Un ciberataque suspendió el ducto de combustibles más grande de Estados Unidos
El caño estuvo casi una semana fuera de servicio y no solo causó desabastecimiento sino también un salto en los precios. El FBI culpó al reconocido grupo de hackers DarkSide.
El FBI aseguró que el grupo de hackers detrás del ataque también operó en "varios lugares" de Europa. (Foto: gentileza)
El miércoles por la tarde volvió a operar al ducto de combustibles más importante de Estados Unidos, Colonial, que estuvo casi una semana suspendido por un ciberataque orquestado por el reconocido grupo de hackers DarkSide. La salida de servicio del caño tuvo un fuerte impacto en el precio de los productos y provocó escasez en todo el Este del país del norte.
En detalle, el Colonial es la principal arteria en el abastecimiento de combustibles del área de Nueva York y el resto de la costa Este. La secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, aseguró que tardará “algunos días” restablecer completamente los suministros después del reinicio. Además, la compañía operadora del caño indicó que “es posible” que haya una nueva interrupción del servicio mientras se reinicia al 100%.
La noticia tomó estado público cuando las estaciones de servicio de Florida comenzaron a quedarse sin combustible en pleno fin de semana, luego de que el 7 de mayo el caño quedó fuera de servicio. Incluso tres de cada cuatro estaciones de servicio del sur de Estados Unidos también se quedaron sin productos, mientras que en Washington los clientes realizaron largas colas para rellenar los tanques.
Los precios de los combustibles superaron los 3 dólares por galón (casi 3,8 litros) por primera vez en 6 años. Por día el ducto Colonial transporta alrededor de 2,5 millones de barriles por día, algo así como 400 millones de litros, una cifra que supera el consumo total de Alemania.
El ataque al Colonial se dio también justo cuando la industria energética del país se prepara para los viajes de verano y cuando la demanda de combustible se recupera luego de las restricciones vinculadas a la circulación por el coronavirus.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) atribuyó el ataque a un ransomware creado por el grupo DarkSide. Se trata de un tipo de malware (software malicioso) que impide a los usuarios acceder a su sistema o a sus archivos personales y que exige el pago de un rescate para poder acceder de nuevo a ellos.
El FBI también confirmó que el grupo de hackers realizó ataques en “varios lugares” de Europa y lo vinculan con Rusia.
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