Estudio de UBA y Conicet asegura que las suspensión de la presencialidad bajó los contagios
La investigación analizó los efectos de la presencialidad escolar en las curvas de casos confirmados de CABA, PBA y GBA. También puso el foco en los niveles de incidencia en los que otros países recomiendan suspender temporalmente la escolaridad presencial.
Un estudio de investigadores de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y del Conicet encontró evidencia científica que muestra que la interrupción de la presencialidad escolar contribuye significativamente a disminuir contagios, y por ende internaciones y fallecimientos, en contextos de alta circulación viral. El grupo de 14 científicos trabajó bajo la coordinación de Rodrigo Castro (Instituto de Ciencias de la Computación, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y CONICET) y Guillermo Durán (Instituto de Cálculo, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y CONICET).
La investigación titulada «Informe sobre el impacto de la presencialidad escolar en los casos confirmados de COVID-19» analiza en una primer parte la situación de la pandemia en la Provincia de Buenos Aires y en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires producto de las últimas restricciones y en particular de la presencialidad o virtualidad de las clases. Luego, se centra en las métricas utilizadas en diferentes países para decidir la suspensión temporal de la presencialidad escolar y por último, pone el foco en la bibliografía actualizada que analiza el impacto epidemiológico de la escolaridad presencial.
Sobre el primer punto, el estudio indicó que «con alta cantidad de casos, la suspensión temporal de la educación presencial en el Conurbano disminuyó la circulación viral y produjo una disminución más veloz y pronunciada de la cantidad de casos confirmados en el Conurbano en comparación con CABA y el resto de PBA»
Luego hizo una comparación del efecto de la virtualidad en la evolución de casos sobre población total y sobre el grupo de 5 a 11 años.
Luego del análisis de estos datos públicos de la base del Ministerio de Salud de la Nación, los investigadores concluyeron lo siguiente:
– Tomando en cuenta todas las líneas de evidencia presentadas, la virtualidad no sólo parece haber reducido notablemente los contagios en la franja etaria 5-11, sino que también redujo los casos en la población general.
– La pendiente negativa fue mayor a partir del 22/04 en el Conurbano. Este efecto es aún más notable cuando se tiene en cuenta que la presencialidad en CABA y en el resto de la Provincia de Buenos Aires (Interior PBA) fue muy reducida durante la semana del 19/04 al 23/04.
– Es esperable que dicha disminución de la circulación viral en el Conurbano tienda a desaparecer, dada la constante circulación de personas (y generación de contactos) entre el Conurbano y CABA. La mezcla de poblaciones con incidencias diferentes siempre tiende a la homogeneización.
– En un contexto de alta incidencia viral y con circulación comunitaria de variantes más contagiosas como B.1.1.7 (Reino Unido), P1 (Manaos) y el linaje C.37 (variante Andina), la escolaridad presencial conlleva mayor riesgo de contagio.
– La suspensión temporal de la educación presencial disminuye la circulación viral y, aún con casos a la baja, este efecto fue claramente distinguible a pesar de que CABA y el resto de la PBA no tuvieron un alto porcentaje de presencialidad entre el 19/04 al 23/04.
Otros países: ¿cómo miden la incidencia para tomar decisiones?
Con respeto al análisis de las métricas de diferentes países para decidir la suspensión declases presenciales, señaló que según datos de Unesco, en el año escolar 2021 (desde septiembre 2020), hubo 101 países (de 210) que dispusieron restricciones a la presencialidad en todos los niveles escolares. Cabe aclarar que la base no incluye, como países con cierres de escuelas plenos, a algunos de los que sí lo hicieron, según consta en la prensa o en comunicados oficiales, como Francia, Bélgica, y Uruguay.
– Los países del hemisferio norte tuvieron acelerados incrementos de contagios desde diciembre. En la mayoría se procedió al cierre de escuelas. En algunos, a nivel nacional y en todos los niveles, como Israel, Polonia, Austria, Alemania, Grecia, Irlanda, Inglaterra, Dinamarca, Portugal, Bélgica y Francia (Unesco, 2021).
– En otros casos, las restricciones se produjeron en todos los niveles, pero exceptuando zonas rurales o bien sólo en las jurisdicciones con una situación epidemiológica más grave, como fueron Italia, Bélgica, Canadá y Estados Unidos (Our World In Data, 2021). Los países europeos que se destacaron por no implementar en todo el invierno ningún cierre pleno (es decir de todos los niveles educativos) fueron España, Suiza y Suecia.
– Algunos países cuentan con indicadores de riesgo que ponen límite a la continuidad de la presencialidad, según la cantidad de casos semanales detectados cada 100 mil habitantes. Austria, Francia y Bélgica disponen un valor máximo de 400 casos semanales c/ 100 mil habitantes. En Italia es 250 y en Alemania la primera ministra presentó un proyecto de ley que prevé un valor máximo de 165. El CDC , en Estados Unidos, considera “Alta Transmisión Comunitaria” (y sugiere la suspensión de presencialidad) con más de 100 casos semanales por cada 100 mil.
– Al respecto señaló que CABA inició sus clases del ciclo 2021 en algunos grados el 17 de febrero de este año y de manera completa el 1 de marzo, con una incidencia de casos confirmados de aproximadamente 150 semanales cada 100 mil habitantes.
– La PBA las inició el 1 de marzo, con 100 casos x 100.000 en el Conurbano y 110 en el interior de PBA. El 19/4, PBA las suspendió en el Conurbano con una incidencia de 475 semanales cada 100 mil habitantes. En ese momento, CABA tenía incidencia de 610 x 100.000 habitantes. También para esa fecha se mantienen las clases presenciales en casi todo el interior de la PBA, con una incidencia de casos en ese mismo indicador de 350 (para esta zona tomada como un todo).
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