Almeyda dijo que consiguió vacunas para su ciudad pero no le permitieron traerlas
"Llamé a un político importante de Argentina porque quería vacunar a toda la ciudad de Azul", señaló El Pelado en una entrevista radial.
El exfutbolista de River y actual entrenador Matías Almeyda aseguró ayer que pudo haber conseguido vacunas para inmunizar a la población de su ciudad natal pero no le permitieron traer las dosis.
“Hace 20 días llamé a un político importante de Argentina porque quería vacunar a toda la ciudad de Azul, quería pagar todas las vacunas, no me importaba lo que iba a costar. Si me quedaba sin lo que tenía no me importaba porque la pérdida de mi padre y muchos conocidos me dio mucha tristeza. Tenía todos los contactos para llevar las vacunas pero lamentablemente no se pudo”, señaló El Pelado a radio Mitre.
«Tenía los vínculos- continuó el exjugador de la Selección- pero cuando hablé con este político me dijo que no se podía porque es un tema que lo manejan los Estados. No se puede a nivel privado hacer estas cosas. Es una lástima porque hay mucha gente que estaría dispuesta a invertir dinero para ayudar a la población. El sistema está hecho así, lo maneja el Gobierno. El día que se abra un poco todo esto, va a haber mucha gente que querrá colaborar, pero también va a haber mucho negocio. Es difícil y entendible. Una lástima”.
“Azul tiene 55 mil habitantes y solo dos respiradores artificiales. Mi papá se murió y se podría haber evitado como también la muerte de mucha gente. ¿Cómo no voy a tener bronca? No culpo a la política de Azul ni al hospital, culpo al sistema que tenemos hace años que es un desastre. Creo que estamos distribuyendo los impuestos muy mal”, se quejó Almeyda, quien meses atrás perdió a su padre por el coronavirus.
“En la vida muchas veces uno programa y Dios decide, lamentablemente. Llegué cuando mi papá estaba internado, fue muy rápido. Me quedó un dolor y bronca terrible por lo sucedido, pero acepto cómo se dio todo y la decisión que tomó el Señor, en el que creo cada vez más. Lo acepto desde ese lugar”, continuó.
“No me pude despedir. Mi papá era mi amigo, teníamos un vínculo muy fuerte, éramos muy unidos. Más allá de que estábamos distanciados por kilómetros, siempre decíamos que nuestros corazones latían a la par y realmente me cuesta saber que hoy no está entre nosotros, pero sé que está, en algún lugar está”, culminó Almeyda.
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