Qué dicen los nuevos fragmentos de los rollos hallados en el Mar Muerto
“Estas son las cosas que tienes que hacer: decir la verdad el uno al otro, actuar con justicia perfecta en las puertas de tu casa. No causar daño al otro y no inclinarse por el perjurio, porque esas son cosas que yo odio’, dice la palabra del Señor”. Los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) lograron reconstruir fragmentos de los Rollos del Mar Muerto hallados recientemente que fueron escritos en su mayoría en griego. Los textos descubiertos contienen versículos de Zacarías 8: 16-17, incluida parte del nombre de Dios escrito en hebreo antiguo, y versículos de Nahum 1: 5-6, ambos del libro bíblico de los Doce Profetas Menores.
Son los primeros nuevos rollos hallados en las excavaciones arqueológicas en el desierto al sur de Jerusalén en 60 años.
Los investigadores utilizaron drones para inspeccionar unas 500 cuevas ubicadas a lo largo de decenas de kilómetros y descendieron hasta 80 metros para hallar piezas históricas y pergaminos que servirán para revisar las traducciones al griego de la Biblia, que luego pasaron al latín y los idiomas contemporáneos.
Es probable que el nuevo descubrimiento sea una parte faltante de un pergamino de los Profetas Menores descubierto en 1952, que incluye la profecía de Miqueas sobre el Fin de los Días y el surgimiento de un gobernante de Belén.
Como publicó el diario israelí Haaretz, los Rollos del Mar Muerto se escribieron entre el siglo III o II AC y el siglo I DC, aunque no se sabe quién o quiénes estuvieron a cargo. Una teoría asegura que no fueron escritos por un solo pueblo, ya que algunos están en hebreo, otros en arameo y otros en griego, como los que se hallaron por estos días. A propósito de la lengua, la AAI señaló que aunque el nuevo pergamino está escrito principalmente en griego, el nombre de Dios, Yahweh, aparece en letras hebreas antiguas típicas del período del Primer Templo.
En el pergamino recién descubierto también aparece la palabra de Nahum: “Los montes tiemblan ante él, las colinas se derriten, y la tierra se conmueve ante su presencia, sí, el mundo y todos los que en él habitan. ¿Quién podrá enfrentarse a su indignación? ¿Quién podrá permanecer en el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego, y las rocas se parten en pedazos delante de él”.
Fuente: La Nación y AP
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