100 años de Piazzolla: la obra de Astor late fuerte en el Alto Valle
La Cátedra Libre Astor Piazzolla que desde el año pasado se dicta en el IUPA se sumerge en la obra musical del autor de “Adiós Nonino”, de quien hoy se celebra el centenario de su nacimiento.
“Que me haya regalado mi primera batería fue una gran ayuda. Estuve un año y pico estudiando batería y tocando sobre los muebles. Hasta que él se enteró. Entonces me llamó a su casa para ir a tomar el té y me llevó al cuarto donde componía. Ahí me dio un sobre: ‘Tomá, para que te compres la batería’. Para mí fue una ayuda enorme” El recuerdo de Daniel “Pipi” Piazzolla sobre su abuelo Astor en una reciente entrevista con Télam tiene su correlato con el Alto Valle. Porque, desde bastante tiempo, esa batería está aquí, en Roca. Primero en el altillo de una casa y, desde 2017, en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA).
La historia de la batería, una Pearl Export, que Astor le regaló a su nieto en 1989 tiene un tercer protagonista que explica la conexión con esta ciudad. Y ese protagonista es el baterista roquense Leo Álvarez, muy cercano a la familia Piazzolla e íntimo amigo y colaborador-además de colega- de Pipi Piazzolla, fundador del extraordinario sexteto Escalandrum.
En 1998, Álvarez asistió a un seminario de batería que Daniel Piazzolla dictó en Roca. Desde entonces, mantuvo un contacto cada vez más fluido con el nieto de Astor hasta convertirse, una vez mudado a Buenos Aires, en alumno primero, luego colaborador –fue parte de los orígenes de Escalandrum- y finalmente colega y amigo.
Fue en ese estado de cosas que Pipi Piazzolla le ofreció la famosa batería. “Yo tenía una escuela de música en Buenos Aires y él veía que yo iba y venía con mi batería hasta que un día me ofreció la suya para que la dejara ya armada donde yo daba clases. Era una batería bien rockera, una del tipo que usaban Los Ramones. Él ya estaba haciendo otra música y la había dejado de usar. La única condición que me puso fue que no le perdiera el rastro. Básicamente, que la cuidara. Cuando decidí volver a Roca, me dijo que me la trajera y que la siguiera cuidando”, cuenta Álvarez en una entrevista con Río Negro.
La famosa Pearl Export estuvo en su casa hasta que, en 2017, fue llevada al IUPA en el marco de la inauguración de la Licenciatura en Música Popular, con el propio Pipi Piazzolla como testigo. Aquel día también comenzó a gestarse otro proyecto que tiene al nieto de Astor como uno de sus protagonistas: la Cátedra Libre Astor Piazzolla (CLAP), que se dicta en el IUPA, que en 2020 tuvo su primera cohorte y que el próximo 31 de marzo comenzará su segunda cursada.
Nacido el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata, hoy el mundo celebra el centenario de su natalicio. Es en ese marco que el IUPA estrenará un videoclip de “Libertango” interpretado en esta ocasión por unos 40 músicos participantes de la primera convocatoria, quienes enviaron las imágenes desde sus lugares de origen. El proyecto original incluía la conformación de un Ensamble que la pandemia obviamente impidió. Vale decir que el dictado de la Cátedra Libre Astor Piazzolla es virtual desde su origen, por lo que participaron unos 90 músicos de todo el país.
Además de Leo Álvarez y Pipi Piazzolla, también forma parte del dictado Nicolás Guerschberg, pianista y compositor y arreglador de Escalandrum, además de tener a cargo el cuidado de la obra musical de Astor.
“El foco de esta cátedra está puesto en los elementos técnicos de la música de Astor Piazzolla”, destaca Álvarez. “Se trata de conocer esos elementos técnicos que Piazzolla usó para sonar a Piazzolla. Que elementos captó para conformar su música. Astor le escribe una carta a Saul Cosentino y le dice ‘escuchá la música de los otros para aplicarla en la nuestra’. Entonces le pregunto a Cosentino quiénes son esos otros: Astor se refería a la música clásica, la música académica, esos eran los otros. Piazzolla tomó muchísimos elementos de la música clásica y los traspaso al género popular. Esos son elementos nuevos que sacó de contexto a la gente la descolocada. En sus formaciones era algo habitual, pero en el tango no”.
Uno de los aspectos más destacados de la Cátedra Libre Astor Piazzolla fue el lugar de la batería en el tango moderno, un instrumento ajeno al tango y que Astor lo introduce desde el jazz. “Es un desafío enorme para baterista porque Piazzolla no tuvo baterías en casi ninguna de sus formaciones, recién a fines de los 60 y en los70, influido por el funk. Pero mucho de su obra clásica no tiene batería”, aclara Leo Álvarez.
Tenés que entender el lenguaje musical, más allá del instrumento. El tango requiere dinámica, modulaciones rítmicas, asumir que hay partes en que vas a tocas y partes en las que no. Todo esto y más es posible en el tango de Piazzolla”.
Leo Alvarez, baterista y creador de la Cátedra Libre Astor Piazzolla.
La batería es un instrumento rítmico, pero también es un instrumento tímbrico, que es lo que justamente a Piazzolla le interesaba, y no sólo de la batería. “Al violín le hacía tocar efectos, tocar arriba del arco, donde está el clavijero, nadie te enseña eso, a tocar ahí arriba, pero Astor buscaba sonidos ahí. Con la batería hay que jugar con su aspecto tímbrico, con los platillos”, describe el creador de la Licenciatura en Música Popular del IUPA. “Es por eso que como baterista tenés que ser muy sensible al tocar porque el tango tiene mucho movimiento de tempo, atrasando y acelerando, uno tiene que percibir eso. Tenés que entender el lenguaje musical, más allá del instrumento. El tango requiere dinámica, modulaciones rítmicas, asumir que hay partes en que vas a tocas y partes en las que no. Todo esto y más es posible en el tango de Piazzolla”.
Sensible, pero también respetuoso, algo que primero destacó el propio Pipi Piazzolla en la cátedra dedicada a su abuelo. «Lo primero que dijo Pipi», recuerda Álvarez, es ir con mucho respeto por la música y por los músicos y saber que de entrada van a mirarte mal como batero. Lo primero que van a decir es ‘Uh este vino a rompernos la cabeza…’ porque la batería tiene esa imagen. Te estás metiendo en un género que a la batería le costó mucho ser aceptada, algo que aún sigue siendo así». Así las cosas, la idea de la catedra es que la batería sea un instrumento más del tango.
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