KTM 250 Adventure, cada vez más cerca de nuestro mercado
Llega con algunas diferencias respecto de la 390 de la misma familia, para su categoría será un producto con equipamiento muy por encima de la media.
Puede que estemos entrando en tiempos en los que haya faltantes de modelos en la media y alta cilindrada, es verdad, o que solo los veamos a cuentagotas, no lo vamos a negar. Por más que aquí estemos allanando, y hasta ahí nomás, un modelo que busca tener un impacto positivo en la generación de trabajo en nuestro país, lograr que una marca comience a ensamblar, producir, fabricar motos en nuestro territorio lleva mucho tiempo de desarrollo, y acá las reglas cambian muy rápido.
Así que las motos que se fabrican en Berlin, en Noale, en Mandello del Lario, en Borgo Panigale, en Iwata o en Hinckley, por citar algunas ubicaciones emblemáticas, seguirán fabricándose allí, o en otras plantas desarrolladas por las propias marcas, y en nuestro mercado las veremos en la medida de lo posible. Hoy las marcas que tienen un modelo de negocio 100% importador, sin ningún tipo de proceso industrial y con productos en SKD o CBU la tienen muy complicada, que también es una lástima porque también generan trabajo.
Así es como en la parte alta de la cilindrada vemos pocas novedades, y si las hay vamos a ver pocas cantidades, en la franja de la mitad para abajo parece que vamos a estar más que entretenidos. Además, hasta 800 cc se pueden conseguir beneficios impositivos.
En toda esta corriente de novedades de la baja y media cilindrada, se confirma la llegada de la nueva KTM 250 Adventure. Y creemos que va a ser una moto que va a dar que hablar en nuestro mercado, ya que si bien llegará con algunas diferencias respecto de la recientemente lanzada 390 de la misma familia, para su categoría será un producto con un equipamiento muy por encima de la media.
Desde la mecánica no habrá muchas novedades, salvo la de lograr mantener una oferta de cuarto de litro por parte de KTM en Argentina, luego de que se tomara la decisión de discontinuar la Duke 250 para darle lugar a la llegada de la de 200 cc de última generación. Pero vale la pena repasar que se trata de un monocilíndrico de 248,8 cc, DOHC, con cuatro válvulas, inyección electrónica y refrigeración líquida capaz de entregar 30 caballos de potencia a 9.000 rpm y 24 Nm de torque a 7.250 rpm.
Las principales diferencias con la 390 Adventure son varias, apuntando a poner en plaza un producto más accesible. El reemplazo del faro delantero por una versión más simple y económica, lo mismo con la pantalla del instrumental, que mantiene la misma forma pero en lugar de tener una computadora TFT color ofrece una pantalla LED monocromo con bastante información pero sin tanta interacción, por lo tanto desaparece la piña izquierda llena de botones para manejarla. La nueva 250 Adventure no tiene control de tracción, puesto que no sería tan necesario, ABS en curva ni tampoco viene con la opción del quickshifter. De ahí en adelante es todo igual.
Desde la ciclística conserva las mismas dimensiones que su hermana de 373 cc, mismo chasis y suspensiones, WP Apex con barrales invertidos de 43 mm adelante, solo que estas no contarían con todas las posibilidades de regulación presentes. Los frenos mantienen las dimensiones de los discos y mismas pinzas, incluso mantiene el ABS con modo off-road, aunque esta vez no está presente el ABS en curva. La menor de las aventureras conserva las mismas llantas presentes en la 390, pero en lugar de calzar neumáticos Metzeler Tourance o Continental TKC-70, viene equipada con un juego de MRF Mogrip Meteor-FM2.
Luego de eso no hay más diferencias. Misma posición de manejo, mismos apoyos, mismos pedales, mismo asiento, y así podemos seguir. Si, también mantiene el tanque de combustible de 14,5 litros, con lo que debería tener una autonomía más que interesante. La diferencia en peso, respecto de la 390 es de tan solo 2 kilos.
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