Por qué este vino argentino fue elegido Top 10 mundial de Wine Spectator
Chacayes 2015 de Bodega Piedra Negra es el vino premiado.
El origen francés de François Lurton, su dueño, al igual que del ADN de sus uvas, sus métodos de elaboración y hasta su enólogo, combinados con la potencia y elegancia de la Cordillera de Los Andes y las tierras mendocinas, propias de un lugar sin igual, han logrado por primera vez en la historia que un vino argentino se ubicara entre los 10 más importantes del mundo, para la prestigiosa revista Wine Spectator, destacándose en el octavo puesto con 96 puntos para su edición 2020.
Se trata de Chacayes 2015, el vino ícono de Piedra Negra, una bodega orgánica, ubicada en pleno corazón del Valle de Uco mendocino, en la región de Los Chacayes. Un resultado que se inscribe entre los grandes logros tanto del vino argentino en general como de los de Bodega Piedra Negra en particular, la que fue fundada en Mendoza en el año 1996 por el pionero François Lurton, descendiente de bodegueros de toda la vida, que se enamoró del Valle de Uco y avizoró en estas recónditas tierras del sur del mundo un potencial a gran escala. Allí, en las tierras de lo que hoy se conoce como la Identificación Geográfica (IG) Los Chacayes, nació este sueño, el que hoy se ve fuertemente recompensado con este reconocimiento de trascendencia global.
“Hace 25 años cuando pisé por primera vez Chacayes ya imaginé que en estas tierras inhóspitas y extremas se podían producir vinos únicos. Desde ese entonces he trabajado y estudiado día a día para entender y revelar este nuevo terroir. He traído a Argentina, más precisamente a Chacayes, variedades nuevas como el Pinot Gris o el Côt. Así mismo, implementé hace 10 años una viticultura orgánica y participé activamente de la creación de una de las primeras y más importantes IG de nuestro país: Los Chacayes. Hoy puedo decir que nuestro trabajo, estudios y ensayos realizados nos han permitido alcanzar un nivel de perfección y elegancia que puede competir con los viñedos más prestigiosos del mundo. El octavo puesto de nuestro Chacayes 2015 en el TOP 100 de Winespectator, siendo el mejor ranking alcanzado por un vino argentino, es otro gran reconocimiento que nos llena de orgullo y que se suma a otros que venimos logrando en estos últimos años”, expresa François Lurton, dueño de la bodega.
La obtención de una IG emblemática para el vino argentino
Conformado por un semi desierto que se desarrolla a más de 1100 metros sobre el nivel del mar, se caracteriza por contener una flora autóctona capaz de soportar condiciones extremas. Entre ellas se destaca el Chacay, un arbusto con hojas pequeñas y un tronco espinoso el cual da a este lugar único y extremo el nombre Los Chacayes.
La cuna de este vino ícono encierra una larga historia de exploración, investigación y perseverancia, que culminó en el reconocimiento de su singularidad y carácter único, con el otorgamiento del título de Indicación Geográfica Los Chacayes por parte del Instituto Nacional de Viticultura (INV). Una denominación oficial que demandó más de dos años de trabajo para ser reconocida, y que les permite desde entonces ser reconocidos como integrantes de la misma a todos los productores de vino que se desarrollan dentro de los límites que la contienen. Y en particular a Piedra Negra, su principal impulsor.
A tal punto llegó el compromiso con el lugar, que desde sus comienzos François Lurton buscó establecer un marco legal para protegerlo, buscando defender la autenticidad y singularidad de los vinos que allí nacen, campaña que lo llevó a registrar la marca “Chacayes”, denominación cuyo uso luego cedió al obtenerse el reconocimiento oficial, en favor de todos los productores que allí se fueron radicando y en beneficio del posicionamiento global de un lugar. Una actitud que se vio fuertemente recompensada con los logros del presente, en los cuales se inscribe sin dudas esta reciente distinción de Wine Spectator.
El Côt, el complemento ideal de un blend único
Cuando François Lurton en el año 1995 compró las 150 hectáreas de tierra virgen y árida al pie de la Cordillera Frontal, un nombre apareció en el mapa: Chacayes. Más tarde, en 2002, este nombre se utilizaría para elaborar el vino ícono de la bodega “Chacayes”, un exquisito blend, compuesto por uvas Malbec, nuestra cepa insignia, y el Côt, un clon francés de esta misma cepa, introducido en la Argentina por François Lurton, que terminó reemplazando al Cabernet Sauvignon en este corte a partir de 2013.
El Côt le aporta mucha frescura y tensión a este blend. Por otro lado, el Malbec argentino aporta concentración y profundidad, una reconocida expresión floral y una suave golosidad, que enamoran a los paladares del mundo entero.
“El Côt es una versión más rústica, pero a su vez más tensa y fresca del Malbec. A lo largo de los años, con mucha precisión en finca y cuidado en las extracciones en bodega, hemos logrado domar esta rusticidad y llevarla a ser más elegante. La tensión en boca y la expresión floral del Côt lo vuelven un extraordinario complemento del Malbec en los cortes”, afirma Thibault Lepoutre, enólogo de la bodega.
Chacayes 2015, el elegido
Localizada en el corazón de esta región, Piedra Negra es el autor de Chacayes, el vino más destacado de esta IG. Su primer cosecha fue en el año 2002 y su última, al momento, en el año 2017, certificada orgánicamente. En este período han logrado cosecha tras cosecha, gracias a una gran precisión y nivel de detalles, llevar el perfil de sus vinos a una mayor elegancia y profundidad.
Es un vino 50% Malbec y 50% de uvas Côt, proveniente tal como su nombre lo indica de la zona de Chacayes, en la región de Valle de Uco, ubicada en el piedemonte de la cordillera de los Andes a 1.100 metros sobre el nivel del mar, Mendoza.
En vista posee un intenso color rojo granate, en nariz se aprecian las notas de frutos rojos en equilibrio con notas de café y chocolate provenientes de su estadía en barricas de roble de primer uso por 24 meses. En boca es complejo, voluminoso, de taninos maduros, equilibrado, resaltando la fruta roja con notas de flores negras y dejando un final prolongado con notas de café. Se destacan la frescura floral del Côt y la elegante acidez natural que le brinda esta zona.
Su maridaje ideal son las costillas de cerdo grilladas con hierbas, carnes rojas asadas, filete de pato con grosellas negras y quesos de pasta dura.
“Muy elegante y rico, con sabores de viticultura orgánica. El viñedo se encuentra certificado como orgánico desde 2016, con un viñedo de muy alta densidad, posee 20.000 plantas por ha. El clima semidesértico hace del Valle de Uco una región muy favorable a la viticultura orgánica. La presión de las enfermedades es muy baja, por ende, a través de muy limitadas curaciones con cobre y azufre se garantiza un perfecto estado sanitario de las uvas de la bodega. Concentrados de kirsch, ciruela oscura y tarta de cereza, respaldados por taninos de grano medio y acidez fresca. Muestra agarre en el paladar medio, lo que lleva a un final que se vuelve cremoso y lujoso, preparado con una riqueza picante y acentos de mousse de chocolate”. ¿Quién dijo esto? Kim Marcus, editor de la Revista Wine Spectator.
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