La lucha y la prevención reducen los incendios forestales en la montaña
El Splif fue incorporando integrantes en sus 34 años de existencia, pero también sumó conocimientos y equipos. El incendio de Cuesta del Ternero encontró al sistema con una mayor capacidad de respuesta.
Años atrás, los incendios forestales “tenían jurisdicciones”. Así lo consideró Domingo Sales, uno de los fundadores del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Splif) de El Bolsón, donde un incendio descontrolado ya consumió 11.000 hectáreas y avanza con ayuda del viento incesante.
“Los siniestros eran de Río Negro o Chubut. Hoy, en cambio, se piensa en el medio ambiente. Ya no hay paralelos ni fronteras y las instituciones trabajan en conjunto”, mencionó Sales, en alusión al Splif, Parques Nacionales, el Servicio Federal de Manejo del Fuego y Bomberos Voluntarios.
La jurisdicción del Splif en El Bolsón abarca 400.000 hectáreas (desde la frontera con Chile hasta la ruta 40 y, desde el Paralelo 42 hasta el río Villegas). Por eso, la central operativa cuenta también con una subcentral en El Foyel, en Manso Medio y Manso Inferior.
Sales incursionó en el combate de incendios forestales como guardabosques, dependiente del Servicio Forestal Andino, a fines de la década del 70. “Recién ahí empezó el control forestal. El servicio recién se conformó en 1987. Recuerdo que trajimos al fundador del Servicio Forestal de Chile para que nos capacite. Arrancamos sin motobomba, ni nada”, advirtió este brigadista de 66 años que coordinó el Splif hasta marzo del 2020, momento en que se jubiló.
Definió el trabajo en ese momento, “a pura pala y motosierra. Nada más. Nos fuimos capacitando. (Felipe) Ivandic fue el padre de las capacitaciones en la zona. Fue la escuela que tuvimos”.
Contó que, en 1982, llegaron los primeros hidroaviones canadienses y poco a poco, se fueron incorporando otras herramientas como motobombas camionetas y camiones. Los 7 combatientes del servicio provincial en un primer momento, pasaron a ser 83 permanentes en El Bolsón. Además, hoy esta central cuenta con salas de capacitaciones y comunicaciones, equipos de monitoreo y tres cámaras de detección en los alrededores de El Bolsón que facilitan la prevención.
“Antes registrábamos hasta 800 fuegos por temporada –grandes y chicos-. Con las campañas de prevención, hoy tenemos un promedio de 60. Algunos se escapan pero hay muchos focos chicos que se controlan rápidamente. El turista se cuida mucho; el problema es la población y los descuidos”, reconoció.
Sales realizó numerosas capacitaciones en el exterior. Destacó que el combatiente argentino está capacitado “en el uso de todos equipamientos ya sea motobomba, lanzamiento de descarga de aviones y monitoreo de cámaras. En otros países, el que trabaja con motobomba solo hace eso. Hacen un trabajo específico, quizás porque cuentan con más recursos”.
Casi el 100% de los incendios son por causas antrópicas, se producen de la mano del hombre ya sea por descuidos o intencionalidad”.
Felipe Ivandic
En los últimos años, los brigadistas de El Bolsón tienen más de 200 horas de vuelo sobre la cordillera y de observación los días de alto riesgo de incendio.
Hoy, ante cualquier incendio forestal, explicó Sales, el Splif evalúa en un primer momento, las condiciones climáticas. De todos modos, la alarma es recibida de inmediato por la Brigada de Chubut, el Servicio Federal de Manejo del Fuego, Parques Nacionales y Bomberos. “Se pone en alerta todo el sistema en seguridad. Interviene el Splif y si no es controlable, llamamos al resto de los recursos”, detalló.
Ivandik, el pionero
Uno de los fundadores del Servicio Federal de Manejo del Fuego, Felipe Ivandic, reconoció que Río Negro es una de las provincias más preparadas para el combate de incendios forestales en todo el país.
“Allá por el 85, cualquier incendio chico era un drama. No había organización provincial, ni nacional”, recordó este instructor internacional en combate de incendios forestales y agregó: “Los brigadistas de El Bolsón no tenían cascos, ni borceguíes. De a poco, se fueron organizando y hoy Río Negro es una de las provincias mejor estructuradas del país, con personal capacitado y equipado”.
Este fueguino se radicó en Bariloche en la década del 80 para trabajar con los hidroaviones canadienses. “Volaba en la cabina, en un tercer asiento en las operaciones. Con la guerra de Malvinas no vinieron más”, señaló.
Poco después, realizó cursos en operaciones aéreas en Québec, Canadá, luego en Estados Unidos y entrenó las brigadas helitransportadas en España. Cuando se creó el Plan Nacional de Manejo del Fuego en 1997, fue designado como primer coordinador regional.
En relación al último incendio forestal en El Bolsón, este instructor ya jubilado consideró: “Me recordó al incendio en la estancia San Ramón en Bariloche allá por el 98. Un estudio del Ciefap determinó que, por momentos, avanzaba a 40 kilómetros por hora. Es muchísimo. De todos modos, mirando hacia atrás, uno se da cuenta de lo que se avanzó”.
Ivandic vive en El Bolsón desde 1982 donde el crecimiento poblacional es evidente: “Si hay un aumento de la población en las áreas boscosas, hay que esperar un aumento de incendios”, dijo.
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