La Feria Franca de Bariloche busca un predio para comercializar todo el año

Después de 13 temporadas en la plaza Belgrano, la Feria Franca Nahuel Huapi busca un predio propio para el mercado de agricultura familiar. La mirada está puesta en algún edificio abandonado del parque Nahuel Huapi.

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“Necesitamos contar con un espacio que nos permita vender todo el año, más que nada por las inclemencias climáticas. Queremos un punto fijo para vender fruta y verdura de la agricultura familiar y las artesanías que se producen en las chacras”, planteó Fabiana Goye, presidenta de la Feria Franca.

Relató que tiempo atrás, las organizaciones solicitaron al intendente del parque Nahuel Huapi, Horacio Paradela, la posibilidad de usar el viejo aserradero abandonado en la zona de Costanera. “Quedaron en darnos una respuesta pero nunca más se comunicaron con nosotros”, planteó.

Goya advirtió que el pasado 8 de septiembre, en el marco del Día del Agricultor Familiar, el presidente Alberto Fernández dio una conferencia para los integrantes de la Federacion de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (Fonaf). “En esa oportunidad, nos dijo que todos los espacios del estado en desuso o estado de abandono podrían ser utilizados para la agricultura familiar. Que el estado iba a proporcionarlos en comodato o como fuese. En Bariloche hay varios espacios de Parques en estado de abandono”, advirtió la mujer.

“Además, -continuó- al no contar con un espacio físico, nos estamos perdiendo la oportunidad de entrar a programas nacionales”.

Debido a la crisis económica que profundizó la pandemia, la Feria Franca adelantó esta temporada y comenzó en noviembre en plaza Belgrano, con 16 puestos fijos. Por lo general, está integrada por productores de Bariloche, Dina Huapi, Corralito, Arroyo Chacay, Villa Llanquín, Ñirihuau, El Bolsón, Villegas, El Foyel y El Manso.

“Mucha gente mayor no puede venir por la pandemia. Con la gente de Corralito, por ejemplo, acordamos que nos envían mercadería y nosotros se la vendemos”, señaló.

La mujer aclaró que “mucha gente no puede salir de los parajes pero tiene producción. De contar con un espacio, los agricultores urbanos podríamos traer esos productos para venderlos. Y nos favorecemos todos».