José Luis Álvarez, un contador de paisajes y sentires
El músico roquense acaba de lanzar “La canción salvaje”, disco que terminó en plena pandemia
Un trovador, un latinoamericanista, un poeta, un guitarrista. Todo esto es José Luis Álvarez, quien acaba de editar su cuarto disco “La Canción Salvaje”, los anteriores fueron “Vivir para Cantarlo”, “Todo empezó con mi primer guitarra” y “Hombre viajero”.
En dialogo con RÍO NEGRO, el músico habló sobre su nuevo álbum.
Corazón Latino… y solidario
P- Este es tu cuarto disco ¿En qué te inspiraste para que “La canción salvaje” sea posible?
P- Es difícil dar una respuesta sintética porque las fuentes de inspiración son muchas en un disco que tiene 13 canciones diferentes, a las que, después de escucharlas casi terminadas en el estudio de grabación, tuve que pensarle un título que intentara englobar el espíritu de todas, un título que tiene la pretensión de ser metafórico y disparador de ideas y sensaciones libres en cada persona. También busqué mucho dentro mío para pensar una foto de portada diferente a la de mis discos anteriores pero que tuviera relación con el título y con lo que suena adentro del material: no sé si lo logré, pero el resultado final en principio me gusta, ahora hay que ver qué opina la gente.
Para hacer el disco “La canción salvaje” recurrí a las últimas canciones que compuse, algunas son recientes y otras las tenía guardadas desde hace más de cinco o seis años, son canciones inspiradas en momentos vividos como el exceso de soledad, un viaje a la cordillera con un amigo, la mirada de mi hijo, una noche con la música o las veces que llevo mi canto a escenarios de reclamos populares.
Además, versioné varias canciones de otros compositores patagónicos con los cuales me siento identificado en cuanto a los temas que abordan sus letras y cómo las musicalizan, son obras que nos permiten conocer un poco de esa diversidad cultural, social, histórica y paisajística que hay desde Ushuaia hasta el Río Colorado.
P- ¿Dónde lo grabaste?
R- En el estudio “Patagonia Audiovisión” de Guillermo Aranzábal y lo masterizamos en “RAG Estudio Rec” de Roberto García, ambos de Roca.
P- ¿Cuál es el hilo conductor de las canciones a nivel lírico y musical?
R- En lo relativo a lo lírico, el hilo conductor que predomina es “lo patagónico”, porque la mayoría de las historias están situadas en los paisajes de nuestra región tan diversa (valles, cordillera, meseta, mar) y protagonizadas por la gente que vivió o vive en esos paisajes atravesándolos y dejándose transformar también: esto se da, por ejemplo, en canciones como “Guajira del manque”, “Hielo azul” o “Ceferino”. Después hay una minoría de letras más universales porque hablan de sentimientos, de reclamos populares o de la relación que tenemos a veces con las nuevas tecnologías, eso está en “Miradas de amor” o “Idiotizados”.
Con respecto a lo musical el hilo conductor que identifica mi estilo es la “diversidad”. Hago “Canción patagónica” desde mi primer disco del año 2002, en el que me valí tanto del folclore, como del rock o de la trova para sonorizar las letras, ese es el sonido de la “Canción patagónica”, diverso, libre e impredecible.
P- ¿Existe un tema en particular que te identifique?
R- Uno solo no, todos los temas que hay en el disco tienen mi huella, incluso los que son de los otros amigos de la Patagonia, pero los versioné a mi manera.
P- ¿Qué músicos te acompañan en este nuevo desafío?
R- Nicolás Colicheo en bajo, guitarras, teclados, percusiones, batería y arreglos; Martín Jara en violín, Ñorquín, quena, quenacho, cascahuillas, trompe, coros y recitado; Carlos “Gurri” Pichiñán en batería; Demián Álvarez en coros; José “Pampa” Santamarina en vibráfono; María Teresa “Teté” Vial en voces; y Mauricio Contreras en acordeón. Como autores de las cinco canciones que versioné: Horacio Contreras de Trelew, Ignacio Boreal de Ushuaia, Raúl Namunkurá de San Martín de los Andes, Martín Jara de Balsa Las Perlas y Eduardo Guajardo de Río Turbio.
P- ¿La música del continente te sigue acompañando, en general?
R- Sí, la música latinoamericana me marcó de entrada: Silvio Rodríguez, Atahualpa Yupanqui, “Cuchi” Leguizamón, Víctor Jara, León Gieco, Chico Buarque, Vinicius de Moraes, Charly García, Ástor Piazzolla, Spinetta y otros artistas más nuevos por supuesto me siguen influyendo. Creo que, de este listado, incompleto porque faltan los patagónicos, se desprende mi manera de entender la “Canción patagónica”, que también es parte de la “música del continente”.
P- ¿Cuáles son los géneros musicales que atraviesan este nuevo disco, pensando en mixturas?
R- Cómo te decía: folclore, rock y trova.
P- ¿Cómo contarías en palabras este nuevo disco?
R- Me gusta un párrafo que escribí para presentarlo en mi sitio web y que dice así: “Canciones para seguir creyendo en las pequeñas y grandes revoluciones que alguna vez cambiarán este mundo insensible y frenético, canciones para viajar hacia nuestro interior a rescatar la luz perdida, canciones encontradas por las solitarias y polvorientas rutas patagónicas”.
P- ¿Qué aprendiste de los festivales musicales en los que participaste?
R- Depende en qué tipo de festival: en los festivales pequeños y medianos generalmente todo es más relajado y amable, hay alguna causa o evento de la que uno forma parte cantando y los anfitriones valoran y conocen lo que uno hace, entonces te cubren los gastos y se esfuerzan por pagarte un cachet que no te salva el mes, pero te ayuda y significa una valoración para tu oficio; en los festivales grandes es otra cosa, el músico regional está muy desprotegido, el trato que recibe es muy diferente al que se le da a los que vienen de Buenos Aires o del exterior, los grandes fiestas regionales están centradas en esos últimos y los músicos regionales todavía somos relleno, los pocos que llegamos si es que llegamos a tocar en el escenario principal somos la previa, tocamos antes de que caiga el sol, cuando la gente recién se está bajando del colectivo, con el sonido tranqui para que después explote en el horario central, no te dan demasiado tiempo para desplegar tu repertorio y del cachet que se nos paga en comparación a los que vienen de afuera ¡estamos años luz!. Hay una Ley Nacional de la Música que debería cumplirse para terminar con todo este ninguneo hacia el artista regional, pero no se cumple, ¿sabes por qué?, porque hay leyes que van por delante de la sociedad, o sea, la inmensa mayoría de los organizadores de estas grandes fiestas (estados municipales y provinciales) no nos tienen en el GPS a nosotros, y solo quieren llenar el predio fácilmente con la fórmula que funciona “traigamos famosos”, sin embargo si cumplieran con la ley también lo llenarían, porque la ley no prohíbe que traigan artistas nacionales o internacionales, lo que dice es algo así como: “denle minutos, cachet, buen sonido, luces, propaganda y legitimidad a la cultura del lugar colocándola al lado de esas figuras que hizo masivas el mercado”, entonces aprendí que hay que aprovechar esas oportunidades de mostrarse, aunque el contexto sea adverso, hay que blindarse, tocar y seguir peleándola.
P- ¿El encuentro con otros músicos “te formo” de alguna manera?
R- Sí, por supuesto, durante todos estos años he tocado en vivo, he grabado y he conocido a muchos músicos y de cada uno de ellos, ya sea en ensayos, arriba del escenario o en charlas de bar, he aprendido algo, no solo de lo técnico (cómo tocar solo o grupalmente, cómo cantar, cómo componer, cómo planificar el trabajo en un estudio de grabación) si no acerca de cómo recorrer un camino artístico, por qué perseverar en la idea de hacer temas propios, cómo explicar lo que uno hace más allá de lo que suena en las canciones.
P- ¿Cuánto tiempo te llevó llegar al disco?
R- Llegar al producto final de “La canción salvaje” me llevó aproximadamente un año y medio, lo terminé hacia fines del 2020, la pandemia me frenó un poco, pero todo bien, porque en este contexto mundial tan difícil en lo económico, en lo vincular, en lo ecológico, donde la prioridad para muchos de nosotros sigue siendo ante todo la salud propia y de quienes nos rodean, con la participación de un montón de gente pude cumplir este sueño relegado desde hace tiempo, que era producir un nuevo disco.
P- ¿En qué redes sociales te puede encontrar el público lector?
R- Más que redes sociales yo le propongo a los lectores que entren a mi sitio web: www.alvarezdelsur.com.ar La verdad que está muy bueno para conocer y entender lo que vengo haciendo hace años. Además de fotos, mi biografía y demás, están mis discos con dos canciones de cada uno para escuchar, con las letras para leer y la posibilidad de comprarlos en formato físico o virtual. Si después de todo eso quieren seguir, desde ahí adentro pueden saltar a mi Face, a mi Blog o a mi canal de YouTube para encontrar otras cosas.
P- ¿Cómo te llevas con WhatsApp, YouTube, Twitter, Instagram y demás?
R- Más o menos, tengo los dos primeros, los otros no. Si bien empecé viendo dibujitos en los 80 en un tevé blanco y negro valvular por canales de aire, no soy un cavernícola, pero tampoco soy un millenial todo el día con la pantallita. Creo que estos inventos modernos son herramientas muy útiles para comunicarnos a distancia, pero nada reemplaza un abrazo, una mirada, un beso, un mate o una cerveza compartidos, un artista cantando en el escenario frente a vos y vibrando con vos, a eso quiero volver, cuando pase todo esto.
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