Pediatras consideran «fundamental» la vuelta a clases presenciales
Los pediatras de Bariloche, El Bolsón y Villa La Angostura que integran la filial Lagos del Sur apoyaron el informe de la Sociedad Argentina de Pediatría que advierte sobre la necesidad de garantizar las clases presenciales para los chicos de todos los niveles.
Los pediatras de Bariloche, El Bolsón y Villa La Angostura que conforman la filial Lagos del Sur apoyaron la recomendación de la Sociedad Argentina de Pediatría para garantizar las clases presenciales en todos los niveles.
El informe de 43 páginas elaborado por la entidad advierte que «la vuelta a las escuelas en la modalidad presencial es imprescindible».
“El impacto que tuvo la suspensión de clases en los chicos fue enorme: a nivel de déficit de contenidos, emocional, aislamiento, impacto físico porque dejaron de hacer actividad física y aumentaron los casos de obesidad. Incluso el número de chicos estresados”, describió el pediatra Fernando Risso, presidente de la filial Lagos del Sur.
Comentó que en el Centro Pediátrico Melipal llevaron a cabo una encuesta y sorprendió la manera en que los chicos se expresaron. “Les pedíamos que, en una palabra, expresaran el sentimiento que les generaba el aislamiento. Lo que más salió fue la palabra tristeza y miedo. Todo negativo”, explicó Risso.
Este médico contó que el informe de la Sociedad Argentina de Pediatría fue publicado en el mes de octubre a fin de adelantarse al próximo ciclo lectivo. “La vuelta a las clases presenciales es fundamental, siempre considerando la realidad epidemiológica. Hay estudios publicados en revistas científicas este mes en los que hablan del mito de que los chicos son grandes diseminadores del virus. Esto se cae un poco”, señaló.
Para el regreso a las clases, Risso consideró la necesidad de respetar estrictamente el protocolo, “con las medidas distanciamiento, ventilación, grupos y horarios reducidos, al igual que cuando abrieron los restaurantes y el turismo”.
“Hoy, se ve movimiento en todos lados. Están abiertas las cervecerías, los restaurantes, los catamaranes. Entiendo el miedo o precaución de los responsables a nivel educación o sanitario porque hay temor de que todo se dispare pero que los chicos sean agentes de transmisión no está tan claro. Lo importante es que la gente no relaje los cuidados”, concluyó Risso.
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