YPF puso en venta su emblemática torre de Puerto Madero
La petrolera busca reunir fondos para sus operaciones en los campos petroleros. Esperan recibir al menos 400 millones de dólares. En Neuquén también cerraron oficinas.
La petrolera YPF puso como fecha el vencimiento de la nueva propuesta el 5 de febrero.
Luego de poner en venta algunos edificios de poco uso en Buenos Aires, las autoridades de la petrolera de mayoría estatal YPF dieron un paso con un fuerte peso simbólico y pusieron en venta la emblemática torre de la firma de Puerto Madero.
Por el edificio, conocido como Torre Pelli por su arquitecto, la petrolera espera recibir unos 400 millones de dólares en función de su cotización, ya que se trata no solo de uno de los más imponentes edificios de la zona sino que además cuenta con 33 pisos de altura.
La decisión de poner a la venta esta torre y otros activos radica principalmente en la voluntad de las autoridades de la firma, comandada por su CEO, Sergio Affronti, de reducir gastos para enfocar su trabajo en el core de la empresa que es la producción de gas, petróleo y combustibles.
Pero además, según se supo la firma consideró que el exitoso modelo de home office que implementaron dejó en evidencia que ya no son necesarias oficinas tan grandes para el funcionamiento cotidiano.
Esto ya se había visto en Neuquén en los últimos meses cuando la petrolera no renovó algunos contratos de alquiler de algunas oficinas y pisos en la ciudad de Neuquén, a raíz de que se consideró que los mismos no estaban siendo utilizados.
En este año que acaba de comenzar la petrolera deberá lidiar nuevamente con una importante cantidad de vencimientos de títulos que se esperan refinanciar para evitar que su expiración quite fondos al ya ajustado plan de inversiones.
La venta de la torre de Puerto Madero, si bien aún no se conoce si hay oferentes, marcará cambios fuertes para la firma ya que por un lado la operadora dejará en su momento de tener su sede central en Macacha Güemes 515 y su propio CEO deberá buscar un nuevo despacho.
Pero además, la venta de la lujosa torre deja en evidencia que los tiempos cambiaron, y que la petrolera necesita desprenderse el enorme edificio que fue todo un símbolo de la opulencia que supo tener.
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