Presupuesto 2021, zaraza con z

Se generan programas que vaya a saber alguien cómo se ejecutan, cuáles son sus reales resultados, aunque se lo denomine Presupuesto Orientado a Resultados (POR).

Si quisiéramos introducirnos al Presupuesto de nuestra Provincia para el 2021, resulta imposible hacerlo sin utilizar aquella herramienta dialéctica de política económica que utilizó el Ministro Guzmán en oportunidad de presentar en el Congreso Nacional el Presupuesto del país al decirle por lo bajo (aunque se escuchó) a Sergio Massa aquella palabra mágica: “sarasa”.

Pero para ser bien precisos, si la utilizáramos en el caso neuquino y tratáramos de explicar nuestro Presupuesto con la palabra “sarasa”, debe utilizarse con “z”, es decir, zaraza, que en el neolunfardo argentino quiere decir “palabras que carecen de correlato o conexión con la realidad”.

Cómo no denominar “zaraza” a un presupuesto al que el gobierno provincial lo define con un rimbombante nombre, Presupuesto Orientado a Resultados, y para ello lo divide en una numerosísima cantidad de programas que no se sabe bien si lo hace para despistar o para que el Presupuesto pueda señorearse ante la ciudadanía como un pavo real mostrando una cantidad muy numerosa de programas que, como plumas de muchos y hermosos colores, pretenden dar la sensación de que este es el mejor Presupuesto para la “mejor provincia”.

Cómo no denominar a los números de este Presupuesto “plumas de muchos y hermosos colores” si se generan programas que vaya a saber alguien cómo se ejecutan, cuáles son sus reales resultados, aunque se lo denomine Presupuesto Orientado a Resultados (POR).

Pero veamos esta numerosísima cantidad de programas que llenan de color al denominado Presupuesto Orientado a Resultados (POR) que para este 2021 abarcan 323 páginas del total del Presupuesto que se presentó y aprobó en la Legislatura Provincial y cuyos programas solo se describen por sus nombres y finalidades teóricas, es decir, pura zaraza, sin que se sepa en todos los casos -no es un error en todos los casos- qué recursos concretos se asignan a cada programa. Seguramente se dirá que, si bien estos programas no tienen importes asignados, los mismos están englobados en los números totales de cada ministerio. ¿Cómo poder entonces analizar y valorar cuáles son sus prioridades presupuestarias? ¿Cómo poder saber si los recursos siempre escasos que se están asignando realmente se corresponden con las principales necesidades de la Provincia?

Dice textualmente el POR: “La estrategia de monitoreo y/o seguimiento se focaliza en la medición de los resultados obtenidos mediante dos componentes fundamentales: el desarrollo de prácticas de monitoreo y evaluación de resultados que permitan medir la eficacia y eficiencia de los resultados obtenidos, con el fin de que los datos obtenidos sean utilizados para la mejora en el diseño de las políticas públicas”.

Impresionantes palabras. ¿Quién puede estar en disidencia con semejante definición? Lo que sí llama la atención es que después de tremenda definición para reafirmar la importancia del monitoreo y la evaluación de resultados se apruebe en trámite exprés el ejecutado de tres ejercicios (2017-2018 y 2019) tan solo en una semana, es decir, se aprobó a libro cerrado el ejecutado de tres presupuestos que contenían una cantidad numerosísima de programas abarcando un elevado número de páginas, teniendo en cuenta que solo en este POR-2021 abarcan 323 páginas del Presupuesto.

En síntesis, este POR-2021 es un verdadero sofisma porque al no asignar un solo importe a cada uno de sus programas se intenta aparentar que el Presupuesto es algo extraordinario cuando en verdad este POR-2021 es la nada misma. Para no ir tan lejos como la antigua Grecia, podemos decir sin eufemismos que el Presupuesto neuquino 2021 es pura zaraza, zaraza con “Z”.

* Diputado nacional 1992 1995. Senador nacional 1995 2001. Fue Subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Relaciones Exteriores. Exdiputado provincial por Unión Popular.