El mensaje de un médico de Bariloche abatido por la pandemia
El médico Pedro Zanardo admitió que hay miedo, angustia y cansancio emocional entre los trabajadores de la salud. "Mañana, tarde y noche, buscamos cómo hacer una cama para el paciente nuevo. Tratando que los más graves no se mueran", planteó.
«Es muy difícil expresar en palabras la sensación o el sentimiento que genera trabajar en un hospital saturado de pacientes graves. Supongo que será como en una guerra”. La frase corresponde al médico Pedro Zanardo y se difundió a través de las redes sociales, en un momento en que Bariloche que aún permanece en Aislamiento Social Preventivo Obligatorio y supera los mil casos activos de Covid-19.
“Decenas de trabajadores de salud cruzándose por los pasillos casi sin reconocernos por los elementos de protección y casi sin hablar por el doble barbijo que te ahoga. Así, mañana, tarde y noche. Buscando cómo hacer una cama para el paciente nuevo que está en la guardia. Tratando que los más graves no se mueran. Inventando camas de terapia intensiva donde se pueda”, continuó el médico cardiólogo, al tiempo que reconoció que “en más de 30 años de médico, nunca viví ni me imaginé algo así».
En diálogo con RÍO NEGRO, Zanardo reconoció que “después de muchos años, un médico se acostumbra al sufrimiento y a la muerte, a situaciones que aquel que no es médico vive excepcionalmente y sufre muchísimo”. Pero advirtió que las circunstancias por la pandemia de coronavirus hace que “todo sea distinto” porque prevalece “una sensación de miedo que antes no había”. “Entrás adentro del área Covid y no sabes si eso lo vas a llevar a tu casa y enfermar a tu familia”, dijo.
Definió como angustiante la situación del área de terapia intensiva del hospital Ramón Carrillo, cubierta de vidrios. “Los familiares ya no pueden ingresar en los horarios de visita. Es una situación triste ver a todos atrás del vidrio. Eso pega. Ver a tanta gente sufriendo”, describió.
Zanardo consideró contradictorio “ver tanta libertad para el común de la gente ya que no hay restricciones en nada en la práctica”. Contó que el sábado a la noche, un colega que se hacía cargo de la guardia médica “decía que había visto todas las cervecerías llenas de gente. Ahí se genera una contradicción: ¿por qué yo tengo que arriesgar la vida y el resto de la gente no? Psicológicamente también afecta”.
Admitió que hay mucha cansancio emocional entre el personal de salud. “La otra vez participé de un Zoom con colegas y el 80% se largó a llorar. Se quebraban al relatar circunstancias que en otro momento, serían banales. La salud mental se está afectando bastante. Al menos, lo emocional”, planteó.
Aseguró que hay equipos de psicólogos a disposición en el hospital pero advirtió que “tampoco hay demasiado tiempo. Una persona que trabaja 16 horas casi todos los días no puede concentrarse con el psicólogo”. Admitió que “entre nosotros, hablamos bastante. Y hablar de sufrimiento dentro de un ambiente médico no es lo habitual porque se vive siempre pero ahora se da más que antes”.
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