Baseotto quedó absuelto de «apología del crimen»
Actualizado a las 12:50
BUENOS AIRES (DyN) – La jueza federal María Servini de Cubría sobreseyó al obispo castrense, monseñor Antonio Baseotto, en las causas sobre «apología del crimen», por entender que no cometió delito al citar una frase bíblica en una carta que le envió en febrero al Ministro de Salud, Ginés González García.
El prelado militar, al que el presidente Néstor Kirchner desconoció por decreto el 21 de marzo pasado, había cuestionado en esa misiva la campaña oficial de reparto de preservativos mediante una frase evangélica que aludía –según los denunciantes- a los «vuelos de la muerte» de la dictadura militar. Sin embargo, la medida judicial no cierra el conflicto desatado entre el Gobierno y la Santa Sede, cuya resolución «consensuada» se tramita por carriles diplomáticos reservados. Voceros eclesiásticos y gubernamentales confiaron a DyN que el entredicho, que amenazó las relaciones bilaterales, podría resolverse en el «corto plazo» y que monseñor Baseotto podría ser promovido a un cargo de «mayor jerarquía».
En tanto, el Gobierno conseguiría la remoción del prelado militar, que sería reemplazado –según se especula- por un obispo del Gran Buenos Aires. Si bien la decisión de la magistrada está fechada el 8 de julio, la noticia fue difundida hoy por la agencia católica AICA, que además se quejó de la forma «escandalosa» en que los medios de comunicación trataron el tema de la «presunta amenaza de monseñor Baseotto de tirar al mar al Ministro de Salud». Servini de Cubría consideró que la misiva de Baseotto «no sólo no hace mención alguna a los sucesos señalados por los denunciantes, sino que tampoco ofende al bien común ni hace exaltación, ponderación o elogio de ningún hecho criminal específico, sino que el pasaje que se critica resulta una simple remisión literaria sobre una obra, que para su credo es la base misma del culto que profesa».
El conflicto comenzó en febrero, cuando en una carta a González García, monseñor Baseotto criticaba el reparto de preservativos mediante el pasaje evangélico en que Jesús advierte que «a quienes escandalicen a los niños deberían atarles una piedra al cuello y arrojarlos al mar». El presidente Kirchner reaccionó de inmediato y pidió al Vaticano la remoción de Baseotto como obispo de las Fuerzas Armadas, pero la Santa Sede contestó por vías informales que «no había motivos» para desplazarlo.
El 21 de marzo, el Poder Ejecutivo dispuso mediante el decreto 220/05 desconocer la autoridad de monseñor Baseotto como obispo castrense, por entender que sus expresiones invocaban «alegorías de connotaciones muy fuertes en la República Argentina, que recuerdan los llamados ‘vuelos de la muerte’, reivindican los métodos de la dictadura, apoyan a los ejecutores de tales crímenes y lejos están de aportar a la paz y la armonía o cuidado espiritual de las Fuerzas Armadas».
El Vaticano advirtió dos días después sobre los riesgos de «violación de la libertad religiosa» en la Argentina y, el 2 de abril, el día de la muerte de Juan Pablo II, envió una nota ratificando la autoridad del Papa en la elección de los obispos. Después de varios cruces mediáticos entre la Iglesia y el Gobierno, las negociaciones se encaminaron por la vía diplomática, a través de las gestiones del secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini. Monseñor Baseotto siguió cumpliendo sus funciones y todavía no hay una solución cierta.
Actualizado a las 12:50
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios