El Bolsón: quién dijo que no se puede bailar mientras se cocina
Una filmación casera fue el disparador de un programa que difunde la música, la danza y la comida de la ciudad por streaming. Llegaron a El Bolsón con sus hijos en la crisis de 2001 y lograron ser felices aquí.
La pandemia, el encierro y la posibilidad de trascender fronteras a través de internet dispararon una idea en una profesora de yoga de El Bolsón. El combo incluyó cocina con recetas saludables, baile y un recorrido por diversos escenarios de la región, a través de un programa de cocina que se transmite por Youtube.
Mónica Vázquez comenzó cocinando y bailando en el living de su casa. El show se fue profesionalizando y lo que comenzó como una filmación casera derivó en un programa con músicos invitados en lugares insólitos, como el laberinto de El Hoyo.
“Nos han visto en Brasil, Chile, España y en Capital Federal, donde estuvieron tanto tiempo sin poder salir que estas imágenes transmiten mucho”, cuenta la mujer que ya protagoniza cinco programas de “Monchu en su salsa”.
“Antes de la pandemia, la energía estaba en otras cosas: en los talleres de yoga y en los viajes con mi compañero. Con todo esto, quedamos atrapados en Lago Puelo y surgió la creatividad. Esto de estar encerrados despertó cosas latentes y salió este programa que es medio delirio”, admite esta porteña que, con la crisis del 2001, migró a El Bolsón.
“Un año antes de esa crisis, habíamos venido de vacaciones a visitar a un amigo. Con mi compañero teníamos ganas de venir a vivir acá. Y tiramos la moneda. Dijimos: ‘Si sale cara, nos vamos’. Salió. ¿Y cuándo nos vamos? Anotamos en un papelito y salió diciembre de 2001. Teníamos los tres nenes chiquitos y 50 pesos. Nada más. Empezamos de a poco”, advierte.
¿Qué tiene en común la cocina y el baile? “Eso es lo que yo me pregunto”, bromea Vázquez.
“Sentí ganas de llegar a mucha gente que estaba encerrada como yo, con mucha soledad. Y pensé: ¿y si hago lo que siempre quise? Empecé un día jugando y recibí tantos mensajes del tipo: ‘Me levantaste la energía’, ‘Probé la receta y espero la próxima’ que me dieron fuerza para seguir con esto”, responde.
La mujer, vegetariana desde hace 15 años, reconoce que siempre le gustó cocinar pero cuando sus tres hijos abandonaron El Bolsón para irse a estudiar, hizo su pasión a un lado.
“Ese amor por la cocina volvió ahora con toda la fuerza y quise transmitirlo con este programa de cocina, mezclado con baile. Hace un tiempo, hice un retiro de 21 días de ayuno y me volqué a lo vegano. Está bueno esto de compartir recetas saludables para que la gente entienda que puede comer más sano, rico y cuidar la salud”, dice.
Pero el énfasis está puesto en recetas accesibles. “Si uno piensa en almendras o castañas de cajú, la realidad es que son caras. Por eso, me volqué a recetas más baratas como un crep sin harina, con arroz yamaní y garbanzos o postres simples sin azúcar”, detalla.
Poco a poco, el programa fue más allá con músicos invitados que sorprenden con improvisaciones. “Tanto Lago Puelo como El Bolsón son lugares donde hay mucho arte, músicos muy talentosos. En este momento de pandemia, muchos no pueden expresarse ni tocar. De esta forma, pueden expresar su arte”, plantea Vázquez.
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