Flores gratis para todos los muertos: la particular ordenanza de Neuquén
En 1965 el intendente Ángel Della Valentina resolvió adquirir ramos para entregarlos gratuitamente a los vecinos de bajos recursos que el 1 de noviembre visitaban a sus seres fallecidos.
Vamos a trasladarnos a los años 60 en la ciudad de Neuquén. Una época en la que la capital mostraba ya signos de un crecimiento digno de ser considerado. Obra pública e inversiones se proyectaban desde el municipio sin descanso. Pero hubo un intendente que miró un poco más allá (al menos por un tiempo) y vio una realidad a la que resolvió dar respuesta, por más pequeña que resultara.
Se trata de Ángel Agustín Della Valentina que en 1965 logró la sanción de la ordenanza 320, que destinaba fondos municipales para comprar ramos de flores para ser entregados a quienes no pudieran comprar uno para homenajear a sus seres queridos fallecidos el día en que se celebra el día de todos los muertos.
Ese año los concejales autorizaron al intendente a utilizar 100 mil pesos moneda nacional de tesoro municipal para adquirir las flores.
“Las flores adquiridas serán entregadas gratuitamente a aquellas personas de condición humilde que concurran entre los días 1 y 2 de noviembre próximo al cementerio local a visitar a sus seres queridos”, establecía la ordenanza, sancionada el 26 de octubre de 1965.
El artículo tercero de la norma autorizaba “al departamento Ejecutivo para que, si lo estima necesario, disponga que se corten rosas y flores de las plazas y paseos de la ciudad en forma tal que no arruine la estética, para los mismo fines del artículo primero”.
Dato
- 100.000
- pesos moneda nacional se destinaron para adquirir los ramos de flores.
La entrega de ramos de flores debía realizarse de manera racional a las personas que concurrieran al cementerio local los días en que se recordaba a las personas fallecidas.
Ángel Della Valentina asumió en la intendencia de la capital en 1963, por el Movimiento Popular Neuquino, junto con el entonces gobernador Felipe Sapag que iniciaba su primer gobierno provincial.
Al tomar el cargo, Della Valentina se encontró con una ciudad repleta de problemas debido a un explosivo crecimiento demográfico. Una de las cuestiones que debió enfrentar fue la insuficiencia en la provisión de agua.
El intendente resolvió colocar canillas públicas para que los vecinos pudieran acceder al agua de manera gratuita. Luego surgieron conflictos por una red cloacal que ya no podía contener la creciente demanda.
Durante su gestión presentó proyectos en el Concejo Deliberante para reubicar el cementerio central, para construir una nueva terminal de ómnibus y para reordenar el tránsito en el radio céntrico de la ciudad.
Durante su mandato se inauguró el monumento a la madre que se encuentra en avenida Argentina y las vías del ferrocarril.
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