Desde Allen, las sabrosas frutillas cultivadas en semi hidropónicas
Un proyecto que reunió a toda una familia -Lucas Gramajo, Ingrid, y las tres hijas del matrimonio- y que ya da sus frutos. Desde barrio Progreso, de Allen, el vivero “Don Oscar cuenta cómo es esta rica experiencia.
El cultivo hidropónico es un método utilizado para plantar especies vegetales, principalmente hortalizas, en camas de agua, a las que se le agregan nutrientes para imitar las condiciones que ofrece el suelo.
Desde barrio Progreso, de Allen, el vivero “Don Oscar” en Pellegrini 1568, puso en marcha el invernadero con el cultivo de las rojas y deliciosas frutillas.
Lucas Gramajo comenzó hace 16 años, a trabajar en los invernaderos de la zona de Ernesto Wolfchmidt, donde actualmente se dedica a la producción hortícola y plantines. Allí también obtuvo conocimiento, siendo el encargado de ese lugar y aprovechando el tiempo en aprender cada día más y capacitarse para saber sobre las nuevas tecnologías.
Hace tiempo que Gramajo soñaba con cumplir este anhelado proyecto. Y ahora, con 40 cumplidos y en plena pandemia pudo concretarlo.
Este es un emprendimiento familiar. Todos pusieron mano a la obra: él, su esposa Ingrid y sus tres hijas (Verónica de 20, quien estudia Ingeniería en alimentos; Macarena de 18, que está preparándose para sus estudios universitarios, y Aylin de 16). La joven familia dedica su tiempo al cultivo del tentador y sabroso fruto rojo.
“A diferencia de la hidropónia, en nuestro proyecto de semi-hidropónia se utiliza sustrato. Se colocan repisas donde van las mangas rellenas de sustrato y se instala el sistema de riego -que es por goteo- y luego se plantan las frutillas. Em este caso, la variedad que trabajamos se llama “albion”, explica Gramajo a RÍO NEGRO.
Las grandes ventajas que tiene este sistema de producción es la disminución de los problemas fitosanitarios y de mortandad, ya que se puede controlar un 90% ,y además, en un espacio menor, hay mayor cantidad de plantas produciendo.
“Desde el momento que nosotros plantamos los estilos hasta que pudimos trasplantarlas ya en plantines en semi hidropónia pasaron 30 días. Luego del trasplante, y con 45 días en la manguera haciendo riegos de 20 minutos por día, había frutilas. Este sistema necesita menor cantidad hídrica ya que la manga mantiene la humedad del sustrato”, dice.
Comienzan a notarse los extraordinarios frutos recién a los 45 días y las plantas llegan a medir entre 20 y 30 cm. Con este sistema se puede producir durante todo el año, pero esta época es la más fuerte para la producción.
Se construye en una especie de repisas de un metro de alto aproximadamente donde se pueden colocar las mangas llenas del sustrato – llamadas turbas-donde se pasan las mangueras agujereadas y se van plantando los plantines de frutillas, desde el estolón -que son solamente las raíces- y un poco de ramitas apenas asomadas.
“Las plantamos en bandejas de 50 agujeros y al llegar a los 30 días se puede apreciar el plantín formado, con la raíz bien desarrollada lista para adaptarse a cualquier suelo”, comenta el hombre. “Las plantamos hace un mes y medio y ya comenzaron a dar frutillas”, dice Macarena.
“Nosotros compramos desde los hijos de las frutillas. Cuando las trajimos eran solamente raíces. Las plantamos en bandejas y pasaron 30 días, hasta que la pudimos pasar al sistema de semi hidropónia”, cuenta Gramajo y añade “esta prueba piloto es el punto de partida para poder producir el fruto rojo durante todo el año”, concluye el hombre.
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