El municipio de Bariloche pagará en cuotas la indemnización de los que se jubilan
La decisión de suprimir los pagos al contado provocó el rechazo del Soyem. Su secretario general, Ernesto Losert, dijo que si el municipio tiene un problema económico debería achicar la planta política.
Un proyecto de ordenanza busca un lugar para los productos locales en las góndolas de granes comercios. Archivo
Las bonificaciones especiales que paga el municipio a los empleados que acceden a la jubilación será liquidada en cuotas de ahora en adelante, con plazos que pueden extenderse hasta tres años, según lo dispuso el intendente Gustavo Gennuso.
El Estatuto del Trabajador Municipal prevé un premio para todos los agentes que se jubilan y dejan de prestar servicios, cuyo monto varía según la antigüedad. Cumplir con esa obligación representa para el municipio un gasto superior a los 40 millones de pesos anuales. La partida previsionada para el año próximo es de 60 millones.
La decisión de suprimir los pagos al contado provocó el inmediato rechazo del Soyem. Su secretario general, Ernesto Losert, señaló que si el municipio tiene un problema económico debería achicar la planta política.
Gennuso dijo en la resolución emitida esta semana que el beneficio jubilatorio ya no podrá pagarse al contado y la decisión es empezar a abonarlo en cuotas. Señaló que desde el inicio de la pandemia el municipio sufrió una caída de la recaudación del 50% y que esa situación “no parece tener signos de mejora en el corto y mediano plazo”.
Por esa razón, sostuvo, “deben realizarse adecuaciones en la forma en que se abonan los significativos importes” que cobran los municipales al acceder al retiro. En lo que va del año el municipio pagó ya 17 bonificaciones, a un promedio de 739 mil pesos cada una. El tope fue un trabajador que cobró al jubilarse 1.357.000 pesos.
De acuerdo a la resolución, el Ejecutivo dispuso un plan de pagos escalonados que varía según el monto. Las asignaciones más bajas se abonarán en 12 cuotas, y para las restantes habrá planes de 24 ó de 36 cuotas. Está previsto que el municipio reconozca intereses a una tasa equivalente al 50% de la que aplica a los contribuyentes morosos.
En los fundamentos, la resolución de Gennuso cita la declaración de emergencia económica aprobada por ordenanza, aclara que la intención es “no menoscabar” el derecho concedido a los trabajadores del premio por jubilación, pero “al mismo tiempo garantizar la posibilidad de pago”.
Señala que el pago completo e inmediato “es de imposible cumplimiento” en el contexto actual porque se trata de “abultadas sumas”, y que el gobierno tiene la obligación de “velar por el bienestar de todos los administrados”.
Sostiene que la meta excluyente es “evitar el colapso de las arcas municipales” y que sin la operatoria dispuesta ahora “podría verse afectado el pago en término de los salarios”.
Rechazo gremial
En el Soyem la novedad no cayó bien y la réplica inmediata fue atacar el gasto político. Losert dijo que hasta ahora para las bonificaciones por jubilación en muchos casos se pactan planes de pago, pero “depende de la voluntad de cada trabajador”. Algunos exigen el pago al contado y esa es la variante que el municipio resolvió eliminar.
“Legalmente corresponde el cobro inmediato -dijo Losert-. Es un derecho previsto en el Estatuto, para los compañeros que se jubilan después de toda la carga que significa haber sido agente municipal. Hay soporte legal para reclamar”.
Dijo que el intendente se apoya en razones de “emergencia económica” y le pidió que “si es así baje el plantel político que tiene, que aumentó un 50% en el último año”. Dijo que ese exceso representó desde el inicio de la pandemia un gasto extra de 35 millones de pesos, cuando el incremento del gabinete -a su juicio- “no cumplió con las expectativas”.
Dijo además que la controversia planteada por las jubilaciones “estropeó” los limitados avances que habían logrado en la paritaria salarial.
Señaló que en ese punto todavía no hay acuerdo porque el Ejecutivo solo propuso aumentos en dos sumas fijas de 3.000 pesos para octubre y noviembre, que el gremio no acepta porque estarían por debajo de las subas aplicadas por la provincia.
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