Advierten sobre renuncias de jefes de servicios en hospitales rionegrinos
Trabajadores volvieron a las calles ayer por mejores sueldos. También evalúan un paro de lapiceras caídas.
Los trabajadores de la salud que no aceptan el acuerdo firmado por el gobierno rionegrino y el gremio ATE piensan en nuevas medidas para exigir mejoras salariales. Ayer, en el marco de las marchas realizadas por las calles de Viedma, Roca y Bariloche, se planteó la posibilidad de renuncias a las jefaturas de servicios y de un “paro de lapiceras caídas”.
En las movilizaciones se insistió en el pedido de un 50% de suba para los haberes y el reconocimiento de guardias y horas extras.
Un jefe de servicio del hospital hoy tiene un salario de unos 60.000 pesos con todos los adicionales y horas extra y el sueldo básico ronda los 12.500 pesos. El pago por la responsabilidad de la jefatura es de solo 1.500 pesos. Por eso los manifestantes advirtieron que podría haber renuncias a esas responsabilidades.
Los trabajadores también piden que se reconozca al sector de salud de forma diferencial para evaluar las condiciones de trabajo y salariales.
En Viedma se tomó la decisión de recorrer la ciudad con una larga bandera argentina luego de una asamblea callejera realizada en el ingreso al hospital Zatti.
La marcha se dirigió a la zona céntrica de la ciudad aunque esta vez decidió cambiar el recorrido en virtud de que visitaron una muestra fotográfica de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra) montada en la avenida costanera. A continuación, los participantes hicieron una parada para saludar a los pacientes internados en un hotel ubicado en ese sector, quienes también le ofrecieron un agradecimiento por el esfuerzo hospitalario.
La asamblea de la capital aprobó un duro documento contra el Ejecutivo provincial, que hasta el momento no ofreció soluciones.
En el último contacto, las autoridades del Ministerio de Salud hicieron saber que la negociación salarial estaba cerrada para todo el año, en virtud del acuerdo sellado en el Consejo de la Función Pública.
En su texto, los hospitalarios afirman que el gobierno “atiende y resuelve los problemas cuando se plantean con violencia”. De esa manera se diferenciaron de ATE, que hizo una demostración de fuerza en la ciudad durante 2017.
“Sin embargo –continuaron– a nosotros que somos trabajadores esenciales nos redujeron el sueldo un 76% en los últimos tres años mediante acuerdos en los cuales los trabajadores de la salud no tuvimos ni voz ni votos”.
Algunos trabajadores desfilaron con algunas pancartas cuyas leyendas pedían “basta de precariedad”.
No creemos que no hayan más recursos, porque aparecieron fondos para otros sectores. La vocación es del no diálogo, por eso estamos en la calle.
Trabajadores del hospital de Roca.
Los trabajadores del hospital Ramón Carrillo exhibieron su malestar ante la falta de diálogo con el Gobierno provincial, al cumplirse un mes del reclamo por una recomposición salarial porcentual acorde a la inflación.
En las escalinatas del edificio histórico, el personal de salud volvió a manifestarse ayer. “Seguimos sin ser escuchados, necesitamos que la gobernadora se siente a dialogar con el sector, que nos reconozca”, dijo el médico cirujano Sergio Caporale, parte del plantel de 950 trabajadores del hospital de Bariloche.
En Bariloche también cuestionan el acuerdo que selló el Gobierno con el gremio ATE, por el cual se otorgaron sumas fijas que resultan ínfimas para los salarios medios y altos.
“Que sea legal el acuerdo salarial no significa que sea justo. La responsabilidad es del Gobierno que es nuestro empleador”, dijo Caporale.
Comentarios