La promesa del litio, atrapada en una tormenta perfecta
Las medidas de control sanitario en salta y Jujuy limitaron los trabajos. Pero el cepo al control de divisas y la política de retenciones también complican al prometedor segmento.
Por David Bueno
La industria del litio argentina se encuentra en crisis debido a una suma de factores que han provocado una especie de tormenta perfecta: la semiparalización de la actividad minera en el país por la cuarentena, las restricciones a la compra de divisas y las retenciones.
El litio como recurso estratégico para el país
Las provincias de Salta y Jujuy han sido de las más afectadas por la pandemia de covid-19 en los últimos meses por lo que sus gobiernos restringieron la circulación para evitar que se propagara el virus.
Esto impactó en la industria minera ya que las empresas debieron reducir la movilización de sus operarios hasta los campamentos en la Puna, a lo que se le sumó el incremento en los costos que sufrieron al tener que realizar tests tanto a quienes iban a trabajar, como a quienes retornaban a sus hogares.
“Está todo funcionando a media máquina, porque las empresas no pueden tener capacidad instalada de más del 50%, por el coronavirus. Está todo lento, por el tema de la logística para moverse y que nadie se quiere contagiar, ni correr riesgos. Va a ser imposible trabajar al 100% de vuelta hasta tanto no se levante la emergencia sanitaria. Lo que más complicó fue el incremento en los costos de movimiento, que es un desastre”, afirmó el secretario de Minería e Hidrocarburos de Jujuy, Miguel Soler.
El secretario de Minería y Energía de Salta, Ricardo Alonso, concuerda y agrega: “A los empleados, tienen que hacerles el PCR, pero el problema es que no hay dónde, porque los laboratorios no tienen capacidad. Entonces, no pueden subir a las minas. La situación es más que difícil. Nadie sabe cómo actuar, ni el gobierno, ni el Comité Operativo de Emergencia (COE), ni nosotros. Además, los técnicos que tienen que construir las plantas piloto son extranjeros y no los pueden traer. Eso hizo que varias firmas hayan tenido problemas ya que eso no lo podés resolver por Zoom. Esto le pasa a Posco, que son coreanos, y han desarrollado todo con su tecnología. Lo mismo le ocurre Eramet, con los franceses”.
El cepo
Esta situación se ha visto agravada por el recrudecimiento del cepo cambiario, que está provocando que a las empresas se les dificulte aún más conseguir inversores o entidades financieras dispuestas a respaldar la construcción de sus proyectos en el país.
“No conseguimos gente para venir a invertir en la Argentina. Lo que está pasando no es bueno para las inversiones”, explicó Iain Scarr, gerente de operaciones de la canadiense Millennial Lithium, que está terminando de construir la planta piloto para su proyecto Pastos Grandes en la provincia de Catamarca, para el que precisa de una inversión total de 448,20 millones de dólares.
Sin estos fondos, difícilmente la mayoría de los desarrollos en el país pueda avanzar ya que las compañías que los han encarado son pequeñas y sólo han conseguido explorar y realizar el estudio de prefactibilidad con el dinero que recaudaron en su salida a la Bolsa de Toronto. Para ponerlos en marcha, necesitan varios cientos de millones más, que no tienen.
El dato
- 50%
- es el nivel de actividad que registra la minería en Jujuy a partir de los controles sanitarios por la pandemia.
“El gobierno dificulta conseguir gente para que invierta. Es un problema que vamos a tener en seis meses cuando tengamos el proyecto listo. Las reservas del país van a ser bajas y van a seguir habiendo dos tipos de cotización del dólar. No hay nada que motive al inversor”, destacó Alejandro Moro, gerente general de la australiana Rincón, que está trabajando en el proyecto Salar de Rincón, en Salta, para el que precisa de 100 millones de dólares.
Para avanzar con el estudio de factibilidad y/o construir la planta para producir carbonato de litio necesitan un socio, ya sea una comercializadora o fabricante de baterías, o bancos dispuestos a financiar las obras, dos elementos que escasean en estos tiempos debido al bajo precio de venta que tiene el metal en la actualidad en todo el mundo.
“Los proyectos juniors se vieron impactados porque se secó el financiamiento en la bolsa canadiense. Ahora, la única forma que tienen para fondearse es con partes integradas”, explica un ex funcionario de la secretaría de Minería de la Nación.
Esta situación ha comenzado a mejorar en las últimas semanas luego de que China anunciara que planea ser carbono neutral para 2060, lo que incrementaría el uso de baterías, que requieren del litio para su funcionamiento.
“Sin duda, tendría sentido que esta iniciativa hiciera más atractivos los proyectos de materiales de baterías. Las energías renovables son uno de los pilares de este anuncio”, resaltó Scarr y el ex funcionario sostuvo que para “2023 va a haber escasez de litio y una mejora en los precios, por lo que hay que empezar a construir ahora para aprovechar esta oportunidad”.
Para esto, el gobierno debe generar la confianza de los inversores, que se ha visto afectada por el recrudecimiento del cepo cambiario que implementó el Banco Central (BCRA) el 15 de septiembre a través de la comunicación “A 7106”.
En números
- 448,2
- millones de dólares es la inversión que demandará el proyecto Pasos Grandes.
“Las restricciones del gobierno no nos juegan a favor porque son peores que cuando tomamos la decisión de suspender el proyecto. Si no cambian lo que tiene que ver con el acceso a las divisas, que es una cuestión sine qua non, Eramet no va a invertir porque tienen que pagar los créditos que van a tomar”, afirma una fuente cercana a la empresa francesa, que tiene semiparalizado el proyecto Centenario-Ratones, en Salta, donde pensaba invertir unos 600 millones de dólares.
Desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) también salieron a quejarse por la medida tomada, pero tampoco tuvieron respuesta a sus reclamos, pese a que el gobierno suele decir que busca promover la minería en el país.
“Vemos con preocupación las recientes medidas cambiarias anunciadas por el Banco Central de la República Argentina, dado que, para producir y exportar, las empresas mineras primero deben necesariamente invertir y esto se dificulta si existen medidas que atentan contra la inversión directa – afirma en un comunicado -. Si se aplican restricciones a esos pagos, las empresas entran en situación de default técnico, que se resuelve volviendo a generar endeudamiento más caro. De esta forma, las nuevas restricciones desprotegen el stock actual de inversión al eliminar opciones de financiación y dificultan la posibilidad de nuevas inversiones”.
Las retenciones
Finalmente, otro de los puntos críticos para atraer inversiones para el sector es contar con reglas del juego claras, en especial, en lo que respecta a las retenciones, ya que pasaron del 5% en el gobierno de Cristina Kirchner al 0% en el de Mauricio Macri, quien las subió al final de su mandato al 12%.
Alberto Fernández las bajó al 8% en febrero como parte de la ley de Solidaridad y Reactivación Productiva pero tardó ocho meses en reglamentarla, por lo que la industria pagó hasta octubre la alícuota fijada por Cambiemos, con el impacto negativo que esto le generó en medio de la cuarentena.
“Todos muestran mucha preocupación por los cambios normativos. No tenés reglas claras, hay inseguridad jurídica, y te empiezan a mirar con desconfianza – concluyó Alonso -. A mí, me preguntan a veces: ‘¿Cuál es su política para atraer inversiones?’. No me hables hoy de atraer inversiones, estamos tratando de que no se nos vaya ninguna empresa, conservar las que tenemos”.
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