Un torneo bisagra para la carrera de Nadia Podoroska
Las semifinales que logró la rosarina en Roland Garros significarán un antes y un después en su vida deportiva.
La argentina tuvo una actuación memorable y se meterá en el Top 50.
Nadia Podoroska llegó a Roland Garros con la ilusión de meterse por primera vez en el cuadro principal del torneo.
Ganó los tres partidos de la clasificación previa pero nunca hubiera imaginado que también iba a imponerse en los cinco siguientes.
Como ninguna tenista proveniente de la qualy había logrado con anterioridad en el Grand Slam francés alcanzó las semifinales, una instancia muy por encima de lo esperado.
La contundente derrota con la polaca Iga Swiatek no empaña el inolvidable torneo de la rosarina que llegó 131° y se va entre las mejores 50. A principio de año estaba fuera de las 250 primeras.
A pulmón y con la ilusión a cuestas, Nadia viajó a Europa en plena pandemia para jugar el Abierto de Palermo, que marcó el regreso del circuito en agosto. Allí pasó las tres fases de qualy y quedó afuera en primera ronda.
La historia de película de la «Rusita» Podoroska
Antes de Roland Garros, se quedó con el título en Saint Malo, un torneo de la ITF donde la primera preclasificada era la francesa Océane Dodin, N° 115 del ránking.
Ese rodaje fue clave para llegar con buen ritmo a Roland Garros aunque nadie, ni siquiera la propia Podoroska, hubiera pensado en avanzar tantas rondas.
Por haber llegado a semifinales, Nadia ganó 425.250 euros en premios, más de lo que había conseguido en toda su carrera hasta el momento (301.547).
El nuevo ránking y el ingreso económico le abrirán otras puertas a la rosarina de 23 años. Si aprovecha el envión estará muchos años entre las mejores del mundo.
Ese impulso no solo será para ella. Después de 16 años sin tenistas argentinas en semifinales de un Grand Slam, su actuación en Roland Garros puede llevar a que muchas jóvenes jugadores del país quieran imitarla, un efecto contagio que ya se ha visto en otros momentos y disciplinas.
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