Cuatro pacientes esperan una cama de terapia intensiva en el Castro Rendón
Tuvieron que aguardar con oxígeno en el piso de cuidados intermedios. El director del hospital aseguró que están al 100% y sufren la limitación del recurso humano para las salas de terapia.
Los hospitales de la región tienen sus terapias intensivas al límite.
El hospital Castro Rendón, el de mayor complejidad de Neuquén, llegó al 100% de ocupación de sus unidades de cuidades críticos y hay cuatro pacientes esperando por una cama de terapia intensiva.
Su director, Adrián Lammel, aseguró esta tarde a RÍO NEGRO que están trabajando “con las camas muy justas”. Detalló que el centro de salud tuvo un crecimiento de camas de internación de terapia del 400%, aunque detalló que es la capacidad máxima que tiene el hospital por la provisión de oxígeno y otras cuestiones inherentes al ámbito espacial que requieren esas unidades.
Lammel señaló que otra de las limitaciones es la escasez del recurso humano. El Castro Rendón no incorporó terapistas ni otros especialistas para la administración de la sala de alta complejidad, sino que reorganizó sus recursos. “Tenemos una atención trabajando a lo máximo”, agregó.
El responsable del nosocomio dijo que hay cuatro pacientes que están respirando en las últimas 23 camas de terapia intermedia que habilitaron hace algunos días. En ese lugar se encuentran las personas es esperan a que se libere una cama, sea en el hospital o en otra clínica o centro de salud de la provincia.
Una persona con requerimiento de oxígeno necesita, además del respirador, otros elementos como bombas de infusión y monitores. También demanda especialistas en limpieza de aparatología y elementos de protección personal. “Todo eso lo tenemos, por supuesto que hay un limitante fundamental que tiene que ver con personal de enfermería y médicos avezados al respirador”, dijo Lammel.
El funcionario expresó su inquietud por la actual situación epidemiológica. “La preocupación mía es que con este nivel de contagios la cuestión va a ir empeorando”, dijo.
Lammel argumentó que indefectiblemente “haga lo que se haga ya sabemos que hay una cuestión matemática que hay gente que va a necesitar internarse en alta complejidad y hay gente que incluso se muere aunque hagamos las cosas muy bien”.
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