A un año de la represión, la toma Confluencia de Neuquén será un Parque
Un total de 90 familias se retiraron el viernes por la tarde el predio por un compromiso de reubicación en la meseta. La municipalidad diagrama un espacio verde y de uso comunitario.
En la ex toma Confluencia -Obrero Argentino al fondo- comenzaron los trabajos municipales tras el desalojo pacífico (foto Oscar Livera)
A un año de la represión en Obrero Argentino al fondo, el municipio junto a la labor de mediación de la fiscalía lograron desactivar la toma Confluencia, con la promesa de reubicación y el compromiso de que el lugar se le dará al lugar una utilidad de espacio verde.
Un total de 90 familias se fueron el viernes por la tarde del predio que ocupaban desde hace un año en Obrero Argentino –al fondo- en el barrio Confluencia. Se trata de un espacio cercano a la delegación de operaciones especiales de la policía.
La mediación comenzó casi con la pandemia, y con el cambio de gestión municipal, ya que hasta diciembre, el Municipio no había querido acceder a esta herramienta. Así se indicó desde el Ministerio Público Fiscal. En tanto que desde Desarrollo Humano de la Municipalidad destacaron que aunque la pandemia hizo los trámites más lentos, nunca cesaron las reuniones, ni relevamientos y que el proceso de negociación fue continuo.
El conflicto social arrancó con dos desalojos violentos (en octubre del año pasado) que, de todas formas, no lograron despejar el lugar. La usurpación cesó de forma voluntaria el viernes.
El director de la oficina de Mediación Judicial, Ulf Nordenstalh, indicó que la idea de transformar ese espacio en un parque surgió en medio de la negociación. Es que con ello, los ocupantes se convencieron de que, si dejaban el lugar, ese espacio no se ocuparía para viviendas.
Además, la Municipalidad informó que con el desalojo voluntario desistirá de continuar con la denuncia penal;y ya se anunció en el lugar, la parquización y diseño de un nuevo parque que tendrá Neuquén.
Según confirmó una de las voceras de las familias asentadas, también quedó, por escrito, el compromiso de que en un año podrán ingresar a los loteos que la comuna está organizando en la meseta.
“Se determinó que la mayoría de los integrantes de la toma eran hijos de vecinos del barrio, hubo varios encuentros; no sólo hubo un censo de las familias sino un relevamiento social del lugar”, sostuvo Nordenstalh.
De los 132 ocupantes que reclamaban ser legalizados en el lugar, quedaron 90 familias. Y de ese total, al menos, unas 20 fueron asistidas para que accedieran a un lugar donde vivir. Mientras que el resto recibió ayuda social para continuar a la espera de un lote, previa inscripción en el Instituto Municipal del Hábitat y Urbanismo.
“Algunos quedaron en casas de sus familias: padres, tías, familiares; y en un menor porcentaje se les colaboró con un esquema de alquiler. Están inscriptos para ir a un lote en la meseta cuando se haga el desarrollo”, sostuvo el secretario de Turismo y Desarrollo Humano de la comuna, Diego Cayol.
El funcionario municipal especificó que la labor más intensa fue realizar el relevamiento de cada una de las personas que estaban en el predio. En tanto señaló que está constatado que las 90 personas con las que se acordó finalmente, son familias que no habían estado en una ocupación previa, ni habían tenido un terreno o propiedad en otro lugar; y que regresaron a vivir en casas de sus familiares a la espera de un lote en la zona de meseta.
Desde el Municipio, el secretario de Movilidad, Santiago Morán, destacó que en unos 3 meses se contará con un desarrollo concreto en el lugar. Se trabajará para que tenga una bicisenda, mobiliario de parque, parquización y espacios peatonales o de uso recreativo, según detalló Morán. «Vamos a pedirle a los vecinos que formen parte de este grupo de trabajo», en el espacio verde, cerró el funcionario.
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