Gennuso defendió la gestión del mercado comunitario

El intendente Gustavo Gennuso dijo que el modelo de funcionamiento del mercado comunitario municipal debe ser “repensado”, porque no puede competir con los comercios privados y está lejos de cubrir sus propios costos. Pero negó que en su gestión hayan intentado “vaciar” o cerrar esa boca de venta, que trabaja con productores locales y regionales.

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A partir de una nota publicada en este diario, que recoge varias críticas al mercado comunitario esgrimidas por el concejal Marcelo Casas, Gennuso afirmó que al asumir el gobierno lo encontró en una situación difícil, porque tenía al personal en condición irregular y el dinero que la Nación había aportado para construirle una sede se usó para gastos operativos.

“Nosotros conseguimos un nuevo lugar, instalamos las cámaras frigoríficas y generamos el ente autárquico, que permitió incorporar al personal como trabajadores de comercio”, dijo Gennuso. Aclaró que los gastos de funcionamiento del mercado, incluidos los sueldos y el transporte de la mercadería corren por cuenta del municipio y no salen de lo producido por las ventas.

Reconoció que los precios no son tan bajos como alguna vez se prometió pero dijo que “es muy difícil competir” con los supermercados y las verdulerías de barrio, porque (estas últimas en especial) compran en negro y se ahorran el IVA. Cuando trajeron pescado en forma directa “del productor al consumidor”, chocaron con el rechazo de las pescaderías locales.

“Decir que hubo vaciamiento del mercado es una mentira”, afirmó el intendente. A su juicio, hubo un error de concepto inicial porque se montó “un mercado pensado para los productores, en una ciudad en la que no hay productores” y en consecuencia todas las frutas y verduras deben ser traídas del Alto Valle y de otros centros de producción. Dijo que el único momento en el que el mercado cumple el rol asignado originalmente es cuando vende los corderos de los crianceros de la Línea Sur, que así se ahorran la intermediación, “pero es solo diciembre y enero”.

Casas dijo que el Mercado, por sus precios y ubicación, parece más dirigido a un público de clase media que a los “sectores populares”. Gennuso le contestó que no es ése el perfil que le quieren dar, y que los alimentos a precio subsidiado el municipio los canaliza por otra vía, que son las despensas comunitarias.

“Tal vez nos metimos en algo que no sabemos hacer -sostuvo-. Por eso decimos que al mercado hay que repensarlo, pero no para vaciarlo, sino para que sirva a toda la cadena de valor”.