La venta de 0 km se mueve en un delicado equilibrio
El impacto de la cuarentena dura puso en serios aprietos a los distintos sectores de la economía y uno de los afectados fue el rubro automotor, con fuerte presencia en la región a través de varios concesionarios oficiales de renombradas marcas.
RÍO NEGRO consultó a referentes locales de esas casas automotrices quienes dejaron su impresión sobre el momento que atraviesa el sector que representan.
En principio hablaron de un aislamiento que afectó severamente las ventas de unidades cero kilómetro hasta que se pudo comenzar a trabajar a mediados de mayo. Luego de un inicio prometedor, sin llegar a niveles de ventas de antaño, ahora se enfrentan a una realidad donde se hace dificultoso contar con unidades para entrega al cliente debido a inconvenientes en la importación de aquellos vehículos que provienen en su mayoría de Brasil y también de México.
“Cuando se abrió la cuarentena dura el mercado se movió un poco con el tema del dólar, en mayo, junio, julio, pero ya venía cayendo mucho desde antes, hoy estamos muy lejos de niveles precuarentena, vamos a un mercado anual de 300.000 autos, es un mercado súper reducido”, indicó Fabián Casella, de Kumenia.
En el mismo sentido se expresó Pablo Piñeiro, de Iruña, quien sostuvo que “desde fines de mayo, que nos dejan trabajar a horario normal, el concesionario tiene un volumen de ventas razonable, no lo que se vendía el año pasado. En los últimos meses estuvimos con patentamientos entre 150 y 200 unidades que nos permitieron liderar el mercado neuquino”.
A su turno Gabriel Lagos, representante de Sahiora, indicó: “Veníamos con un mercado tratando de salir de la cuarentena de alguna manera y ahora se atrasó un poco todo. Había buena demanda, vendíamos por la cuestión del dólar, la gente que tenía dólares los ubicaba en el mercado informal y compraba autos a valor dólar oficial, más los descuentos y promociones que estaban vigentes era un doble negocio”.
La recuperación de la demanda era un hecho que comenzaba a consolidarse lentamente hasta que las dificultades para importar unidades comenzó a tallar en el mercado.
Para Casella “ahora hay poco stock y no hay renovación, cambiaron todos los valores, antes había descuentos y ahora ya no hay más, hay que ver cómo queda parada la industria ahora porque las variables cambian permanentemente”.
“Es un tema de política macroeconómica del país, no es un problema de FCA ni del concesionario, en la medida que le dejen importar más unidades vamos a tener mayor disponibilidad de modelos para entregar a los clientes. Hay que tener paciencia hasta que se regularicen las entregas, FCA está trabajando muy bien para conseguir unidades para comercializar”, arriesgó Pablo Allende, del concesionario oficial Fiat, que además comercializa Dodge y Jeep.
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