Tras la prescripción, Irigoyen ya se mostró en San Antonio Oeste
El ex presidente de la Lotería estuvo prófugo de la Justicia por más de cuatro años. Alterna su vida entre su campo y esa localidad. Habló con RÍO NEGRO.
Miguel Irigoyen ya asoma en San Antonio Oeste después que la Justicia prescribió su pena de cinco años por la causa de coimas en la Lotería, por la cual, estuvo prófugo más de cuatro años.
Desde su campo, el exfuncionario radical, de 73 años, habló con RÍO NEGRO y contó que «no ando mucho en la calle porque me estoy cuidando (del coronavirus). Tengo diabetes y problemas de corazón. Pero estoy bien, solo me cuido por precaución. Igual anduve, no lo tengo prohibido ni tengo nada que ocultar” aseguró Yrigoyen.
“Yo nunca fui un sinvergüenza para estar prófugo. Pero me querían mandar a la cárcel sin que tuviera condena definitiva. Y por eso estuve exonerado del lugar donde viví toda mi vida, esperando que hubiera Justicia. Una Justicia que sigo esperando. Porque yo no hice nada ilegal”.
Así inició Irigoyen un breve diálogo telefónico con RÍO NEGRO. “Se entrecorta porque estoy en el campo” aclaró, aludiendo a la finca que posee en las afueras de San Antonio. Entre esa propiedad y su casa ubicada en el acceso a la ciudad transcurre sus días desde el 16 de julio. “Ese día -aclaró- prescribió la causa (por las coimas de Lotería) y mi condena”.
Su hija Virginia, que también habló con este diario, mencionó incluso que desde hace meses su padre “hace vida normal. Él está con sus actividades en el campo y en el canal (de cable, SAO TV canal 4, la señal de su propiedad). Siempre más abocado al campo que al canal porque es lo que más le gusta” señaló la mujer. Sus dichos confirman los rumores que habían comenzado a circular en la localidad, debido a que varias personas afirmaban haberlo visto, sospechando que aún se hallaba prófugo. De hecho, a lo largo de estos años, siempre se rumoreó que nunca abandonó el éjido, y mientras algunos señalaban que permanecía en su campo de las afueras otros lo ubicaban en uno de los departamentos de las torres que funcionan en la tercera bajada de Las Grutas. O alternando entre ambos.
Sin embargo, cuando se lo consulta directamente sobre su paradero en estos años, Irigoyen prefiere no responder. Aunque afirma que “cada día de mi vida durante este tiempo (como prófugo) tuve miedo de que me encontraran”. También relata que el episodio más doloroso que le tocó vivir ocurrió en diciembre pasado. “Perdí a mi madre, que vivía en Bahía Blanca, y no pude ir al velorio a despedirla” se lamentó.
Por otra parte, sigue sosteniendo su inocencia y afirma que no le teme a la condena social. “Yo hice mucho por la gente de San Antonio. No está bien que lo diga, pero la gente lo sabe. Y les quiero agradecer el respeto y la consideración que han tenido para con mi familia durante todo este tiempo”.
Sobre sus ambiciones políticas, descarta su regreso a la actividad partidaria, pero dice que quiere seguir “trabajando por los demás, como siempre lo hice”. Se identifica como un “radical de toda la vida”. “Ése-asegura- es mi partido de origen, y sigo estando ahí, aunque gracias a algunos hayan cambiado tanto las cosas. Pero es la fuerza política que sigue definiéndome”.
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