Genneia presentó el balance y los efectos del Covid en su negocio
La compañía tuvo un positivo primer semestre en el que registró un incremento en las ventas de energía. Prevén que por el cierre de fronteras podría ponerse el peligro el mantenimiento de sus instalaciones.
La empresa de generadora y comercializadora de energía eléctrica Genneia, presentó un sólido primer semestre con un incremento en las ventas del 22%, de las cuales más del 95% fueron en dólares, y cerró con un Ebitda de 250 millones de dólares. Con más de 1272 MW de capacidad instalada actualmente, la firma espera sumar unos 167 WM antes de que termine el 2020.
Según detalló la compañía, la puesta en marcha del parque eólico Pomona I y II ubicados en Río Negro, hicieron posible la mejora en los rindes que registraron. También destacaron el aporte del parque Madryn II que, de la misma manera que los emplazados en la provincia, se inauguraron en la segunda mitad del 2019.
Al igual que el resto de las compañías del sector, su actividad se vio condicionada por el impacto del coronavirus y del aislamiento preventivo que decretó y prorrogó el gobierno desde marzo. Sin embargo, los proyectos renovables de la empresa forman parte de las rondas 1, 1.5 y 2 del programa RenovAr, del Mater y dentro de los enmarcados en la Resolución 202 y obtuvieron la prioridad de despacho. Esto significa que a pesar de la caída en el consumo su operación no disminuye.
En el balance que presentó la firma, le dedicó un par de páginas a los efectos e coronavirus en su negocio y resultados operacionales. Si bien remarcaron que el alcance del impacto de la pandemia en su desempeño operativo y financiero “dependerá de la evolución de los hechos” enumeraron algunas preocupaciones.
“No podemos predecir la duración de dichas medidas, ni posibles futuras restricciones adicionales pudieren ser impuestas por el gobierno argentino”, indicaron desde la firma.
En primer lugar, no descartaron el cierre o interrupción de instalaciones, así como también problemas con el suministro de repuestos y la disponibilidad de técnicos, por la imposibilidad de ingresar al país por el cierre de fronteras.
“Los efectos a largo plazo para la economía argentina y global, así como para la Sociedad, son difíciles de prever y pueden incluir riesgos para la salud y seguridad de los empleados, cierre o interrupción de instalaciones, dificultades en el suministro de repuestos y en la disponibilidad de técnicos”, detallaron.
Señalaron también que “no es posible predecir” si la pandemia generará algún impacto en la cadena de pagos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que es su principal cliente, o en sus empleados o proveedores.
“Se han observado demoras en los pagos por parte de Cammesa principalmente en lo que respecta a la generación térmica y contratos de energía renovable sin garantía FODER en los parques eólicos Rawson I, II y Trelew”, señalaron desde la compañía. Aseguran también que podrían verse afectados ante la necesidad de implementar políticas que “limiten” la eficiencia y eficacia de sus operaciones.
Para transitar la pandemia la compañía aplicó un plan de contingencia con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio entre sus colaboradores y la continuidad del negocio.
Al igual que otras firmas del sector, la empresa implementó el trabajo remoto obligatorio para todos sus empleados, siempre que sus tareas lo permitan y con excepción de aquellas personas afectadas a las actividades de campo.
A pesar de todas las advertencias que enumeró la compañía aseveraron que, a la fecha de emisión de los resultados, el escenario no representó “un efecto material adverso” sobre la situación financiera, los resultados y los flujos de fondos de la Sociedad. Confían también que, de no haber mayores alteraciones el desempeño continuará por la misma senda. “No existen evidencias de que la Sociedad tenga dificultades importantes para continuar normalmente con sus actividades en los próximos doce meses”, concluyeron.
Comentarios