Bariloche mira con cautela la fase «intermedia» del Alto Valle
El intendente Gennuso dijo que se debe evaluar "día a día" el avance de los casos. Consideró "muy difícil" volver a mayores restricciones.
Luego de la controversia desatada en el Alto Valle por la frustrada decisión provincial de volver a la cuarentena de fase 1 y definición final de generar una instancia «intermedia», el intendente Gustavo Gennuso dijo que en Bariloche la evaluación sigue siendo “día a día” y aceptó que imponer otra vez medidas de aislamiento estricto “sería muy complejo”.
Aseguró que el retroceso parcial en los planes de apertura dispuesto hace 20 días “dio resultado” y bajaron los casos de Covid en Bariloche, pero el impacto en las terapias intensivas todavía está demorado “porque el promedio de internación varía entre 15 y 20 días”.
Señaló, entonces, que esta semana debería reflejarse en ese indicador la menor circulación de personas que se produjo con las últimas restricciones horarias en los comercios y las salidas por DNI que restituyó hace tres semanas.
Sin embargo, Gennuso opinó que retornar a una cuarentena similar a la de marzo y abril (como intentó imponer el gobierno provincial en el Alto Valle) sería muy difícil de aplicar en Bariloche. “Uno habla con los epidemiólogos y los infectólogos y te meten miedo, tendrías que volver a cerrar todo -se sinceró-. Pero cuando pulsás un poco (el clima social) ves que en realidad no se puede”.
Dijo que las últimas medidas aplicadas en Bariloche, con restricción horaria que ahora habilita a los comercios hasta las 20, ya levantaron muchas críticas y “causaron bastante perjuicio, en especial a la gastronomía”. Insistió en que “volver atrás sería muy complejo”.
Gennuso indicó que el seguimiento de los contagios debe realizarse “día a día” y se mostró relativamente optimista. Refirió que “si uno ve los diagramas de riesgo, comprueba que con estas medidas se mejoró mucho”.
Según el intendente, en los últimos días de buen tiempo, especialmente entre el jueves y el sábado, “se pudo ver muchísima gente en la calle, en los paseos, y salvo algunos casos aislados, la mayoría se comportó bien. A la gente se la ve feliz en la calle. Hay que ser conscientes del riesgo y hay que manejarlo. Vivir con restricciones continuas es muy duro”.
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