Sugieren el modelo de Chile para el fondo anticíclico de Neuquén
El país vecino toma recursos del cobre y está financiando parte de la emergencia del covid-19 con ese ahorro. Hoy hubo una tercera jornada de exposiciones en la Legislatura.
La tercera jornada de debate para la creación de un Fondo Anticíclico en Neuquén se dedicó hoy a explorar otras herramientas similares en el mundo, entre ellas el modelo de Chile que toma recursos extraordinarios de la explotación de cobre.
El economista y CEO de Analytica Consultora, Rodrigo Álvarez, describió el Fondo de Estabilización Económica y Social que el vecino país creó en 2007 y que se financia con recursos provenientes del cobre, una de las principales actividades de su economía.
Explicó que ese fondo cuenta con una regla fiscal de balance estructural que evaluó como clave para este tipo de herramientas y que implica que «cuando se ve que hay aumento extraordinario, se genera una oportunidad para el ahorro». Se trataría de un ajuste cíclico por precios de commodities como es el caso del cobre en Chile y de los hidrocarburos en Neuquén.
Álvarez indicó que en el vecino país hay un comité de expertos que mira el precio de referencia del mineral y, cuando ve que está por encima de lo habitual, recomienda ahorrar.
El fondo de Chile actualmente cuenta con 12.350 millones de dólares, dijo, y su rentabilidad promedio en 2019 fue de 4,8%.
Según expuso el economista, el país trasandino hoy está utilizando un 17% del fondo para atender la emergencia del covid-19 (2.000 millones de dólares), mientras que Perú dispuso un 85% del suyo (4.400 millones de dólares) y Noruega el 4,2% (45.300 millones de dólares).
Según Álvarez, si Neuquén hubiese tenido un fondo como el chileno, habría podido ahorrar unos 2.000 millones de dólares desde el 2000 a la fecha aplicando esas reglas.
En el debate también participó el rector de la Universidad Nacional del Comahue, Gustavo Crisafulli, quien realizó una comparación con otros fondos del mundo, y el director de la Diplomatura en Derecho de los Hidrocarburos de la Universidad Austral y socio a cargo del Departamento de Energía del Estudio PAGBAM, Francisco Romano.
Crisafulli indicó que los fondos anticrisis comenzaron a tener interés de los gobiernos y analistas tras la crisis de 2008 que generó la caída de Lemhan Brothers. Desde entonces, indicó, su número se triplicó.
El rector destacó el fondo soberano de Noruega como el más famoso porque «es el que ha tenido el mayor rendimiento y hoy es más del 200% del PBI del país», además de por su transparencia y el tipo de inversiones realizadas. Mencionó otros en los Emiratos Árabes, China o Singapur e incluso subsoberanos como el de la provincia de Alberta, en Canadá.
Romano, por su parte, coincidió en que los fondos más cercanos al pretendido en Neuquén «son los de Chile y Noruega». El docente sugirió que se plantee el fondo como inembargable e inalienable y que debe haber «una gran precisión» respecto de qué recursos lo integrarán.
Fondo anticíclico: las lecciones de Noruega
La mención del modelo del Fondo de Estabilización de Chile generó un debate, dado que la diputada Lorena Parrilli (Frente de Todos) preguntó a los expositores por qué creían que esa herramienta «no se traduce en mejora de calidad de vida de los chilenos». «Los pobres siguen siendo pobres y los ricos siguen siendo muy ricos», sostuvo.
Álvarez indicó que períodos de mayor inversión de las empresas hidrocarburíferas pueden generar una mayor demanda de bienes públicos (salud, seguridad, educación) en el presente y «eso puede estar contemplado en el fondo, no necesariamente desde el día uno se tiene que ahorrar», sugirió.
Crisafulli planteó que «el fondo de Chile no es responsable de las desigualdades en el país» y fundamentó que se puso su ejemplo «como un mecanismo interesante de reglas claras para la administración en todas las dimensiones: cuáles sus ingresos, cuáles sus erogaciones y sus inveresiones en función de las coyunturas». «Eso no es validar el modelo chileno que ya los chilenos han manifestado su opinión acerca de él», planteó.
También Romano coincidió en que «es una buena herramienta» por cómo está organizado, estructurado y con qué elementos de control y de inversión cuenta. «Totalmente ajeno a cómo se gasta el dinero que se corresponde a la administración y no con el fondo en sí mismo», evaluó.
En la Legislatura hay cinco proyectos de ley para crear un Fondo Anticíclico: uno del Poder Ejecutivo, dos del Frente de Todos, uno de Juntos por el Cambio y uno del bloque Siempre. Todos comparten los fines generales, pero guardan diferencias respecto del origen de los recursos y su administración.
Los diputados autores de una de las iniciativas, Darío Peralta, Gonzalo Bertoldi y Ayelén Gutiérrez (Frente de Todos), organizaron esta mañana un encuentro vía zoom con concejales y dirigentes del espacio para explicar la iniciativa a la que diferenciaron de las demás porque promueve «invertir en lugar de ahorrar».
«Hoy lo que necesitamos en un fondo de inversión para dentro de 15 años sí pensar en un fondo anticíclico. No podemos pensar en ahorrar cuando tenemos necesidades básicas de muchos neuquinos sin cobertura», planteó Peralta.
También Gutiérrez evaluó que «la provincia puede ahorrar siempre que no haya necesidades urgentes que atender».
Los proyectos se discutirán en la comisión de Presupuesto de la Legislatura cuando finalice la ronda de consultas a expertos. Se estima que habrá un encuentro más con nuevos expositores la semana que viene.
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