Crimen de Plottier: la fiscalía confirma que lo mataron para ocultar un robo
La hipótesis es que a Mora lo torturaron para que dijera dónde ocultaba el dinero. Hoy la imputada presentó defensoras nuevas, y el juez de la causa se apartó. La audiencia se reanudará el viernes.
La fiscalía cambiará la acusación contra la única detenida por el homicidio de Roque Mora (73), y dirá que mató al hombre en Plottier para ocultar el robo de una suma de dinero. La mujer, que cumple prisión domiciliaria, cambió de abogadas defensoras. Y como una de ellas tiene amistad con el juez de Garantías que intervenía en el caso, Gustavo Ravizzoli, el magistrado resolvió apartarse. Lo reemplazó Estefanía Saulí.
La hipótesis del robo surgió el mismo día que se descubrió el brutal homicidio, ocurrido al atardecer del 10 de julio pasado en la vivienda de la víctima. Y el cambio de acusación fue anticipado hace 10 días por Río Negro.
El cuerpo presenta al menos 60 heridas, muchas similares a un proceso de tortura, como si a Mora le hubieran querido sacar información antes de matarlo.
La fiscalía de Homicidios reunió los elementos suficientes para cambiar la acusación contra la imputada, una mujer de 45 años que fue empleada de Mora y de su esposa, fallecida hace dos meses luego de una larga enfermedad.
La teoría del caso, reformulada, es que la acusada torturó a su víctima para que le dijera dónde ocultaba una cifra de dinero que aún no trascendió.
Larga discusión
Esta mañana hubo una audiencia extensa y discutida de la que participaron las nuevas actoras del proceso.
La imputada, que cumple prisión domiciliaria, presentó como defensoras a Celina Fernández y Jorgelina Montero. Antes la asistía la defensa oficial.
Las fiscales fueron las mismas, María Eugenia Titanti y Carolina Mauti. Y como querellantes estuvieron Daniela Ossa y Gustavo Lucero. El juez de Garantías volvió a ser Gustavo Ravizzoli. Todos, vía teleconferencia.
También presenció la audiencia Silvana Mora, hija de la víctima, quien fue la que lo encontró la mañana del 11 de julio en el dormitorio de su vivienda ubicada a 60 metros de la comisaría Séptima de Plottier.
La mujer solicitó que el caso avance con la mayor rapidez posible. «El dolor que sentimos no lo vamos a subsanar más. Mi familia necesita estar en paz», dijo.
La nueva jueza
La primera sorpresa fue que el juez Ravizzoli se excusó por amistad con la defensora Celina Fernández. Tras un cuarto intermedio, la Oficina Judicial lo reemplazó por la jueza Estefanía Saulí.
Lo siguiente fue que la defensa pidió una postergación de tres días para acceder a la totalidad de las pruebas. «Queremos igualdad de trato, lo mismo que tuvo la defensa pública en su momento», planteó Celina Fernández.
Sucede que no logró aún acceso a los 100 gigas de videos de cámaras de vigilancia agregados al legajo, donde están registrados los movimientos de la imputada la tarde del homicidio.
Tras un extenso debate con la fiscalía y la querella, la jueza Saulí les dio un poco de razón a cada parte: otorgó una prórroga, pero de dos días, de modo que la próxima audiencia será el viernes a primera hora.
Hasta entonces, la fiscalía deberá proveerle a la defensa de todas las evidencias a las que aún no pudo tener acceso.
La imputación hasta ahora es por homicidio calificado por ensañamiento. Es decir, que parte de las 60 heridas que la autopsia encontró en su cuerpo fueron provocadas con el único objetivo de hacerlo sufrir.
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