Los ladrilleros de Allen viven un notable repunte
A pesar de que la producción y la comercialización crecieron en niveles de hasta 30%, hace falta una mejor organización del sector y controles para asegurar las condiciones laborales de los trabajadores. La mayoría usurpa tierras privadas. El recupero de los índices de la construcción, no sólo en Río Negro sino también en Neuquén, tuvo influencia en este crecimiento.
ALLEN (AA).- La actividad de elaboración de ladrillos vivió este año un notable repunte en la producción y comercialización de este importante insumo para la construcción y los productores en general se mostraron conformes con el desarrollo de la temporada.
En el área norte de esta ciudad se concentra la mayor parte de la labor productiva, en la zona de hornos de la Colonia 12 de Octubre y el barrio Progreso, y allí se evidencia el mayor trajinar de trabajadores y camiones que transportan el preciado material.
La temporada, que se inicia cada año en septiembre, está por concluir el mes entrante y el balance, a priori, cosecha hasta el momento un saldo positivo, mencionaron algunos integrantes del sector.
Uno de los productores de ladrillos más importantes -a nivel de volumen- del sector, Román Paucara, consideró que este año el mercado «se movió mucho más» principalmente «por la reactivación de la construcción en Río Negro y en Neuquén».
El hornero, que posee numerosos campamentos desde hace años en la localidad, señaló que «dentro de todo, este año fue bastante mejor. Se empiezan a hacer más obras y acá nos vienen a comprar tanto de Río Negro como de Neuquén. Nosotros también mandamos a otros lugares, otras provincias porque conocen que en esta zona hay mejor calidad», apuntó.
El productor allense consideró que este año el incremento en los niveles de fabricación pudo haber oscilad entre un 20 y un 30%, con respecto al año pasado, aunque no se cuenta con cifras ciertas oficiales que reúnan la actividad total.
En tanto, los precios variaron entre 150 y 180 pesos por cada mil ladrillos, y los valores fueron de 250 a 280 pesos por los ladrillones, se indicó.
Un pequeño hornero de la Colonia 12 de Octubre destacó que la demanda mejoró en la presente temporada aunque los valores de venta fueron muy variables. «Según la calidad, la época del año y los fletes, que subieron, también se cobra diferente», explicó.
«Algunos trabajamos más, otros menos, y eso es lo que repercute en los bolsillos de cada uno», sostuvo.
Otro referente del sector consideró que el negocio mejoró aunque la actividad aún se encuentra muy desorganizada en la localidad. Se estima que un amplio margen de los trabajadores, en su mayoría de nacionalidad boliviana, se encuentra viviendo en situación ilegal y por tanto no se cumple las reglas laborales.
En los últimos años, relevamientos oficiales realizados en la zona de los hornos dieron a conocer que en el sector funcionan más de medio centenar de hornos -en su mayoría en manos de familias bolivianas- que brindan empleo a varios centenares de personas tanto argentinas como de aquel país.
Y se sabe que la mayoría no cumple las condiciones necesarias como para obtener permisos comerciales habilitantes, según los registros municipales (ver aparte).
Sin embargo, hasta el momento no se cuenta en la localidad con información certera sobre el desarrollo cotidiano de esta actividad y el desenvolvimiento económico y productivo que este negocio genera cada año.
Nota asociada: Asentados en tierras usurpadas
Nota asociada: Asentados en tierras usurpadas
ALLEN (AA).- La actividad de elaboración de ladrillos vivió este año un notable repunte en la producción y comercialización de este importante insumo para la construcción y los productores en general se mostraron conformes con el desarrollo de la temporada.
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