El coronavirus ya le hizo perder a Neuquén un 23% del presupuesto del semestre

Los tres recursos de los que se nutre el Estado mostraron un caída interanual del 32%. Las regalías fueron las más afectadas. En los primeros seis meses, perdió $14.800 millones. Solo los envíos nacionales se acercaron a lo proyectado en el presupuesto 2020.

El gobernador Omar Gutiérrez la definió días atrás como “una de las peores crisis de la humanidad”. La pandemia del coronavirus desató, además de una crisis sanitaria con pocos precedentes a nivel global, un escenario de consecuencias sociales y económicas que puso a prueba a todas las administraciones en lo que va del 2020.

En Neuquén, los números indican que el impacto fue severo. En lo que va del año, el coronavirus le hizo perder a la provincia alrededor del 23% del presupuesto que había estimado para los primeros seis meses de 2020, cuando hizo los cálculos, en octubre del año pasado. La cuantificación es conservadora y surge de comparar los recursos corrientes que tenía previsto acumular en los 12 meses de este año con lo que efectivamente ingresó durante el primer semestre.

Las regalías hidrocarburíferas fueron las que peor desempeño mostraron en estos seis meses, con un total de 16.409 millones de pesos de enero a junio. El número quedó más de 8.800 millones de pesos por debajo de lo esperado si se tiene en cuenta que se estimó llegar a los 50.400 millones de pesos en diciembre.

Por otro lado, la principal fuente de ingresos de Neuquén, la recaudación provincial, también acusó el impacto de la crisis en el primer semestre del año. La cuarentena dispuesta por el gobierno nacional para contener la transmisión de covid-19 generó un freno sobre la actividad comercial, a lo que se sumó el parate en la actividad hidrocarburífera, una de las que más contribuye a la recaudación mensual de Ingresos Brutos.

De enero a junio, ingresaron a la provincia 18.139 millones de pesos por el pago de impuestos, unos 4.000 millones menos de lo que se esperaba tener para mitad de año según el presupuesto aprobado.

El impacto por la baja de la actividad también sumó las exenciones impositivas y diferimientos que dispuso la administración de Gutiérrez para darle alivio fiscal a los contribuyentes más afectados por la pandemia y que se calculó en 360 millones.

“No es una cesión ni una pérdida, es una inversión fiscal que hace el conjunto de la sociedad para reactivar lo más rápido posible la economía. No hay recaudación sin actividad”, afirmó el mandatario.

Si bien la pandemia impactó también sobre los recursos que recauda el Estado Nacional, los ingresos por coparticipación nacional evidenciaron una baja menor en Neuquén, aunque no estuvieron exentos de la caída general. La Nación envió por este concepto unos 13.904 millones de pesos a junio de este año, según informó esta semana en su informe al Congreso el ministro Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

El número quedaría unos 2.000 millones de pesos por debajo de lo presupuestado, aunque la provincia también recibió fondos nacionales por otros conceptos. En el mismo informe, Cafiero detalló que se enviaron a Neuquén 785 millones en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y otros 5.000 millones de pesos a través del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial. Este último es un préstamo a 36 meses que la provincia utilizó en buena medida para pagar salarios y que deberá empezar a devolver en enero de 2021.

Los datos oficiales permiten concluir que Neuquén embolsó unos 48.452 millones de pesos por las tres principales fuentes de ingresos corrientes en el primer semestre de 2020. En igual período de 2019, el total había sido de 39.800 millones, lo que indica un aumento interanual de apenas 8.600 millones de pesos, equivalente a un aumento en términos nominales del 21,6%.

Si a eso se le deflacta la inflación medida por la dirección de Estadística y Censos para junio, la caída promedio de estos tres recursos fue de 32 puntos.

Sin embargo, como se vio, el impacto no fue igual en los tres conceptos. Las regalías fueron las más afectadas, con una pérdida interanual de 42 puntos (12% nominal). Le siguió la recaudación propia con una baja de 41 puntos respecto de la inflación (12,5% nominal) y solo la coparticipación nacional quedó más cerca de equiparar la inflación: quedó a menos de 10 puntos por debajo de la medición, con un aumento nominal de 44%.

Los números que muestran las cuentas neuquinas se vieron reflejadas en los egresos con el desdoblamiento de aguinaldos y la postergación de los incrementos salariales acordados en febrero de este año.

El movimiento en el Parque Industrial evidencia la baja actividad. Foto: Oscar Livera.

La caída de recursos provinciales, producto de las consecuencias económicas que acarreó la pandemia del coronavirus, obligaron al gobierno a encarar un proceso de reestructuración de la deuda pública.

El presupuesto del 2020 había estimado el desembolso de 17.992 millones de pesos en amortización y pago de intereses de deuda, aunque el monto se había calculado con un tipo de cambio promedio inferior al actual. De ese total, un 82% correspondía al pago de Letras del Tesoro y títulos públicos.

La devaluación, la caída de ingresos dolarizados como las regalías y la necesidad de reorientar gastos para atender la emergencia sanitaria hicieron que, en julio, el gobernador Omar Gutiérrez realizara una operación de canje de la deuda en pesos para liberar los pagos de este año y llevar los vencimientos a 2021, 2022 y 2023. Ahora espera una operatoria similar para la deuda bajo ley extranjera.

«El Estado neuquino se encuentra trabajando para que los fondos que teníamos previstos para atender los servicios de la deuda pública queden en la provincia para atender las necesidades que se nos están planteando», afirmó esta semana la diputada oficialista, Liliana Murisi.

Según se comunicó a los acreedores, la intención de la provincia es renegociar las condiciones de los bonos Ticade y Tideneu que tienen vencimientos a 2028 y 2025 y tasas fijas de interés del 8,6% y el 7,5%, respectivamente. La provincia eligió a Citibank para que funcione como su agente coordinador en la reestructuración, aunque todavía no formalizó una propuesta a los bonistas.

Gutiérrez dijo semanas atrás que la provincia esperaría primero el resultado del canje de la deuda argentina, cuyo plazo finalizaría mañana. “Hemos coordinado con Nación nuestra presentación de ofertas a los bonistas, acompañando de esta manera los intereses supremos del país”, había planteado el mandatario.

El escenario puede cambiar si, como anticipó ayer el ministro de Economía, Martín Guzmán, se posterga la negociación hasta dentro de “seis u ocho meses” en el caso de no haber aceptación de la oferta argentina.

El gobierno provincial aseguró que el canje de Neuquén “se hará respetando y cumpliendo con los servicios y vencimientos de deuda”, negando la posibilidad de un default.


La distribución del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que dispuso el gobierno nacional para los sectores más vulnerables evidenció que Neuquén fue una de las provincias que recibió menos ayuda del Estado Nacional en función de su población.

El informe de la Anses que detalló cómo fue el reparto en el país señaló que la provincia fue la quinta con menor incidencia del IFE sobre su población, con un 15,6% de personas alcanzadas. Esto se explicó por la menor incidencia de la pobreza e indigencia en el territorio provincial y también del trabajo informal o no registrado, condición para recibir el beneficio.

La mayor incidencia del sector privado en la economía, por otro lado, se había identificado como una característica que podría acarrear mayores dificultades para salir de la crisis según las distintas regiones del país.

La consultora Abeceb había evaulado en abril de este año, cuando se comenzó a flexibilizar la cuarentena, que en las provincias industriales y petroleras “los efectos serán posiblemente más agudos y persistentes, dado la gran crisis del petróleo a nivel nacional e internacional”.

“Las provincias de la Patagonia muestran en general una buena proporción de empleo registrado gracias al peso directo e indirecto del sector petrolero. Pero este segmento se ha visto fuertemente golpeado por el derrumbe del valor del petróleo a nivel internacional, y gran parte de los empleados se encuentra sin operar”, fue el planteo del informe.

En contrapartida, se indicó que las provincias del norte mostrarían “mejor evolución dado el peso del sector público y las actividades agropecuarias”. “La tasa de informalidad del sector privado es bastante elevada, pero es compensada por el fuerte peso del empleo público”, consideró la consultora.


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