El virus avanza en Bariloche pero se mantiene la apertura
La ciudad tuvo un primer pico en mayo y una baja sostenida de casos hasta el 6 de junio. Aunque ahora pasó el centenar de casos activos, para las autoridades no hay desborde sanitario.
A pesar del crecimiento en el número de contagios de covid-19 en esta ciudad, las autoridades municipales y sanitarias tienen decidido mantener la cuarentena en fase 3 y continuar con el cronograma de apertura para actividades económicas y recreativas.
Los partes diarios de la provincia marcaron para Bariloche el lunes y martes dos picos de 19 nuevas personas cada día que contrajeron la enfermedad, con lo cual la ciudad alcanzó los 106 casos activos.
Este último indicador, que es seguido con atención por los epidemiólogos, superó los 50 a mediados de mayo y entró desde entonces en una variación constante a la baja hasta llegar a los 17 activos el 6 de junio.
Luego hubo una nueva progresión ascendente hasta llegar hoy a la preocupante barrera de los 106 casos activos.
El director del hospital zonal, Leonardo Gil, dijo que no hay una situación límite en la ocupación de camas (el otro indicador que enciende las alarmas), ya que el hospital conserva margen disponible para casos complejos. En terapia intensiva, precisó, había ayer 17 plazas libres, “respirables”, y en la terapia “chica” quedaba otra disponibilidad extra de cinco camas. En UCI (intermedios) la capacidad estaba colmada pero había 17 camas libres en “cuidados mínimos”.
Según Gil, la situación está dentro de lo esperable. “La gente se va a seguir contagiando –explicó–. Por ahora el manejo de las camas va bien y nos da tranquilidad. Estamos enfocados en el control de los brotes”.
El intendente Gustavo Gennuso dijo que por ahora no está previsto ningún replanteo de estrategias. El movimiento de gente en la calle es visiblemente mayor y casi todos los rubros comerciales están habilitados, con limitaciones de horarios y de clientes permitidos, de acuerdo a la superficie de los locales. Otras restricciones como el número de documento fueron desactivadas hace ya varias semanas.
En el último mes quedaron habilitadas las actividades deportivas individuales al aire libre y también la apertura condicionada de cafés, bares y restoranes. Desde el 7 de julio funcionan también las piletas y gimnasios.
El jueves pasado abrió a los esquiadores el cerro Catedral y esta semana rigen nuevos permisos para la práctica de paddle y tenis, reabrió sus puertas la oficina céntrica del correo y también volvieron los casamientos en el Registro Civil.
Las reclamos y gestiones de otros sectores son continuas para nuevas aperturas, por ejemplo en los deportes por equipos y en actividades culturales. El turismo sigue cerrado por completo.
Aun con el recrudecimiento de casos la idea es no alterar el plan. “Seguimos igual”, dijo ayer Gennuso ante una consulta sobre eventuales revisiones.
El doctor Gil señaló que él y sus pares se limitan a dar asesoramiento técnico y no deciden. Pero opinó que sería innecesario retroceder con el actual ritmo de actividad comercial, ya que no es allí donde se han producido los contagios.
Tampoco en los ámbitos de trabajo, salvo en las instituciones de salud, donde existe mayor exposición. Dijo que los nuevos positivos de coronavirus en su gran mayoría se han infectado en reuniones sociales y familiares.
Dijo que es difícil predecir hasta dónde llegará la actual escalada, aunque “algunos hablan del pico en los primeros días de agosto”.
Gil dijo que la situación actual debe ser entendida como un desafío a la responsabilidad de las personas”, porque los controles tienen sus límites. “Estamos expuestos, la salud es así”, una “lucha constante contra virus y bacterias”, añadi
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