Entre protocolos y cuestionamientos, el coronavirus llegó a la TV
Los primeros casos de coronavirus en la televisión argentina encendieron las alarmas de los canales que ajustan sus protocolos sanitarios y reacomodan ciclos, mientras desde otros sectores de la cultura y el espectáculo se cuestionan el carácter de esencial del que goza el mundo de la pantalla chica.
Una de las televisoras donde la pandemia se hizo presente fue en Telefe y, más específicamente, en el estudio donde se desarrolla el ahora suspendido ciclo de entretenimientos «El precio justo», en el que hasta ahora se contagiaron su conductora Lizy Tagliani y dos de los invitados, el actor y humorista Miguel Ángel Cherutti y la modelo Belén Francese.
Además la señal de Viacom CBS determinó que «Cortá por Lozano» se emita con la conductora y los panelistas desde sus casas de manera preventiva, pero Daniel Logarzo, Coordinador de Comunicación Corporativa del grupo, aseguró que desde un comienzo de la pandemia son estrictos: «cada programa del canal usa lugares, estacionamientos, tránsitos, camarines y baños distintos, para evitar los contactos».
«De hecho actualmente -ejemplificó- lo único que sigue saliendo en vivo desde el estudio son los distintos noticieros, que se están haciendo con ‘dotación mínima’ y la redacción en la gerencia de noticias también tiene la misma modalidad, con muchas personas trabajando en sus casas».
En ese plan y también para minimizar la posibilidad de contagios, el doctor Daniel López Rosetti, quien continúa su concurrencia a centros hospitalarios, realiza su columna habitual en el noticiero central desde su casa, donde le montaron una suerte de improvisado estudio.
La modalidad implementada en América fue explicada en la noche del miércoles por Mariano Iúdica en el transcurso de «Polémica en el bar» cuando contó: «Venimos con un cuidado que es extremo y en Fitz Roy también. Así nos cuidan. Hemos puesto estas tres mesas para el programa (con más de un metro y medio de distancia entre sí)».
El animador resaltó que desde hace tiempo se han «cambiado las maneras, las formas».
«Le dijimos a Chiche (por Gelblung) que no podía venir más. Van cuatro, la otra semana van otros cuatro y quiero mostrar que acá hacemos las cosas bien, atrás de cámaras también», explicó el conductor respecto de la rotación semanal de los integrantes de la mesa, luego de lo cual invitó al director de cámaras a que diera paso a un plano de los camarógrafos y del productor de piso distanciados entre sí y con tapabocas colocados, y también del control, con muy pocas personas, con distancia y barbijo.
En la TV Pública, donde hasta el momento no se han registrado casos, se puso en práctica un protocolo hasta ahora exitoso que con la firma de la Dra. Eva Gallardo recomienda, entre otros puntos, «que los programas no reúnan más de cuatro personas entre panelistas y conductores, la no concurrencia de invitados y recurrir a modalidades de entrevista vía remota, en casos excepcionales podrá concurrir algún invitado que cumplirá con todos los protocolos de la empresa».
También se puntualizó que «durante los programas, los panelistas, conductores y eventuales invitados deberán mantener la distancia segura de dos metros entre ellos, de no ser posible mantener la distancia deberán implementar tomas para cada conductor por separado, rotación de panelistas, combinación de panelistas presenciales y por vía remota».
Desde El trece, su jefa de prensa Vanesa Bafaro consignó que en la emisora «desde un primer momento se tuvieron en cuenta todos los protocolos y ahora más que nunca»: «De hecho, por ahora no hay ningún cambio, y estamos siguiendo al pie de la letra todo el esquema sanitario previsto».
En el contexto de una empresa como Artear que además aloja la señal informativa de cable Todo Noticias, se especificó que de casi el millar de personas que integran el personal, un 40% de la planta se encuentra trabajando en modo remoto.
Desde la Asociación Argentina de Actores (AAA), su Secretaria de Comunicación y Actas, Susana Varela, señaló que se sabía que «por el coronavirus la cosa se iba a complicar mucho y que la TV estaba transgrediendo los consejos sanitarios».
«Siempre fuimos muy rigurosos y hemos ido confeccionando protocolos para las diversas áreas de nuestra actividad audiovisual, pero también entendemos que la actuación no sea considerada actividad esencial», indicó Varela.
Por su parte, el dramaturgo y director teatral Mariano Tenconi Blanco, quien en su cuenta de Twitter acompañó una imagen del superpoblado estudio de «El precio justo» con el mensaje «A los trabajadores del teatro y el cine nos toman por tontos. Es así», sostuvo: «Que a los programas televisivos de entretenimientos les hayan permitido seguir trabajando sin parar ni un solo día y a los demás no nos hayan permitido trabajar ni un solo día, refleja una enorme injusticia».
«Es extraño que los protocolos para teatro y cine hayan sido tan rigurosos que pasamos 96 días sin trabajar, y que para televisión hayan sido tan laxos y no hayan tenido que parar jamás. Y nadie pretende trabajar sin cuidados, sino simplemente que las cosas sean justas para todas las actividades», abundó Tenconi Blanco.
Y enseguida el autor de «Todo tendría sentido si no existiera la muerte» y «La vida extraordinaria» se preguntó «¿Por qué puede trabajar Marcelo Polino y no Rafael Spregelburd? ¿Por qué puede trabajar Marcela Tauro y no Lorena Vega?».
Tratando de responderse concluyó: «Es importante analizar qué tipo de producción cultural queremos proteger y priorizar. Yo creería que Leonardo Favio hizo más por la cultura argentina que Lucho Avilés».
El artista propuso que «si en virtud de la situación de emergencia volvemos a la fase 1, sería importante que finalizada ese fase se priorice la definición sobre protocolos para el teatro. Si pueden seguir funcionando los programas de entretenimiento, bueno, pues que se agilicen algunas actividades vinculadas a lo teatral, cumpliendo los protocolos necesarios: que se puedan realizar ensayos, que se puedan dar clases, que se puedan realizar funciones vía streaming».
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