Ahora, el verdadero lío
Los resultados electorales no son más que el comienzo. Al contrario de los países occidentales, donde unos comicios parlamentarios suponen los pilares para la próxima legislatura, en Irak es ahora cuando empieza el auténtico lío.
Aunque los 275 diputados de la nueva Asamblea Nacional elegirán un nuevo gobierno de transición, hay algo más importante aún: tienen que elaborar una constitución definitiva que determinará el perfil político de Irak. ¿Se convertirá Irak en una auténtica democracia o será un Estado dominado por la Sharia, la ley islámica? ¿Tendrán las mujeres en el futuro que taparse del todo o estará permitido llevar elegantes vestidos?
Las elecciones han salido claramente a favor de la lista 169, la Alianza Iraquí Unida (AIU), aunque no logró por poco la esperada mayoría absoluta. Tras esta alianza se esconde un bloque de partidos chiítas moderados. A la cabeza está el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (SCRII), respaldado por Irán. Su presidente, Abdul Aziz al Hakim, dijo a la televisión iraquí Iraquí que no quiere crear un Estado de ayatollahs en Irak, pero que considera que la Sharia tiene que ser introducida en la futura constitución.
Pero no es probable que los chiítas sigan tras las elecciones tan unidos como antes. Las experiencias de su exilio (Irán , Europa, EE.UU.) les llevan por caminos distintos. De hecho, Ibrahim Yaafari, potencial futuro primer ministro, vivió en Londres. Su partido, Dawa, aboga por un islam reformado y quiere modernizar las instituciones.
Sin nosotros no funcionará nada, afirman por su parte los kurdos, quienes con una cuarta parte de los sufragios fueron la segunda facción más votada y tendrán derecho a veto ante la futura constitución. «No aceptaremos un Estado de la Sharia», afirma Mamo Farhan Othman, quien vivió 23 años en Berlín y admira el federalismo alemán. Los dos grandes partidos kurdos, el KDP y el PUK, abogan por un Estado federado «adaptado a la cultura iraquí». Con sus votos, tendrán la última palabra sobre el futuro primer ministro.
El favorito de EE.UU y primer ministro interino, Iyad Allawi, quedó en un desafortunado tercer puesto, con apenas el 14 % de los votos, aunque tuvo el Estado y los medios a su favor.
La gran cuestión es qué harán los sunnitas. Aunque boicotearon los comicios, 22.000 iraquíes votaron al Partido Islámico, principal partido sunnita. Las próximas semanas demostrarán si logra integrarse a la política nacional. (DPA)
Nota asociada: Aplastante victoria de religiosos chiítas en Irak
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Los resultados electorales no son más que el comienzo. Al contrario de los países occidentales, donde unos comicios parlamentarios suponen los pilares para la próxima legislatura, en Irak es ahora cuando empieza el auténtico lío.
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