De a poco, la gente retoma las consultas médicas por urgencias
Aunque continúa a un 40% de la actividad habitual, los pacientes con síndromes coronarios vuelven a las consultas.
Las consultas hospitalarias, y más específicamente las relacionadas a enfermedades cardiovasculares, tuvieron una caída marcada durante abril. El temor por visitar un centro médico en plena pandemia caló hondo en la gente, y por eso las estadísticas cayeron de manera notable.
Sin embargo, de a poco comienza a normalizarse la situación. Si bien falta mucho para llegar al porcentaje habitual, la actividad alcanzó el 40% y los pacientes comienzan a retornar a las guardias para las consultas.
Este dato es más que relevante ya que desde el comienzo del aislamiento la mortalidad por infartos creció en un 100%. ¿Por qué? Según explicaron desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), en muchos casos decidían no asistir a la guardia por miedo al contagio de coronavirus, y en muchos otros cuando se decidían a hacerlo era demasiado tarde.
Para dejar en claro el peligro de la falta de consultas, vale repasar las cifras que arrojó la iniciativa “Stent-Save a Life”, cuyo análisis incluyó a Argentina. Según el estudio, se duplicó la mortalidad intrahospitalaria por infarto entre el 20 de marzo y el 31 de mayo con respecto al 2019.
El doctor Diego Grinfeld, cardioangiólogo intervencionista y presidente del CACI, reflexionó respecto a esta situación: “Vemos con moderado optimismo esta lenta recuperación de las consultas y las visitas a las guardias, pero las cifras de mortalidad por infarto son el reflejo de una situación que imaginábamos ante los retrasos en los requerimientos de asistencia médica, motivados por el miedo al contagio”.
La preocupación apunta en gran parte a la ausencia de controles, pero ahora que se retomaron las visitas a las guardias, también se enfoca en las demoras. Es que en situaciones cardíacas, el tiempo de visita es fundamental para evitar un desenlace fatal.
“Habitualmente oscila en 3 horas -que ya es elevado- el tiempo promedio reportado entre la aparición de los primeros síntomas de un infarto hasta el ingreso a la sala de hemodinamia para la realización de una angioplastia. Sin embargo, durante la cuarentena estimamos que esos tiempos se incrementaron un 50 por ciento, lo que significa entre 4 ó 5 horas desde el inicio de los síntomas hasta la realización de la desobstrucción de la arteria”, relata el doctor Alejandro Cherro, ex presidente de CACI.
Estimamos que los tiempos de consulta tras la aparición de los primeros síntomas se duplicaron durante el aislamiento”
afirmó Alejandro Cherro, médico y ex presidente de la CACI.
Los especialistas aseguraron que las condiciones de seguridad de los centros asistenciales son óptimas: “Los hospitales son sitios muy seguros donde se siguen protocolos específicos y muy estrictos, protegiendo tanto al paciente como al personal”.
Por último, el Dr. Diego Grinfeld exhortó a “las personas que tengan síntomas cardiovasculares a que no duden en solicitar ayuda y que no esperen a que estos reviertan solos, porque son los pacientes que luego llegan tarde con cuadros muchos más avanzados, con mayor mortalidad y peor pronóstico”.
Recomendaciones para pacientes con obesidad y/o hipertensión
Entre varias recomendaciones, los especialistas hicieron especial hincapié en continuar con el tratamiento antihipertensivo prescripto por su médico de cabecera. Además, dieron los siguientes consejos:
– Controlarse la presión arterial, idealmente con un tensiómetro automático. Consultar al médico tratante (al menos por teléfono o WhatsApp) tanto si la presión está demasiado alta como demasiado baja.
– En lo posible, realizar actividad física dentro del domicilio (caminatas, abdominales, ejercicios para espalda, brazos y piernas). La Organización Mundial de la salud brindó precisiones al respecto.
– Si bien el descenso de peso está siempre indicado en los casos de sobrepeso y obesidad, durante esta etapa particular, según el caso, se puede aspirar a un objetivo menos estricto, como, mantener el peso sin aumentarlo.
– Llevar una alimentación saludable. Tanto la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial como la Sociedad Argentina de Nutrición presentan en sus secciones dirigidas a la comunidad recetas que se pueden hacer en casa.
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