Polémica por traslado de trabajadores golondrinas de La Pampa a Cipolletti
El fin de semana se radicó una denuncia en la Comisaría 4 por el transporte ilegal de varios ciudadanos de Chaco. Hoy se remitieron actuaciones a General Acha, por pedido de un fiscal de esa jurisdicción.
La escena, que se produjo el sábado en Cipolletti, tiene tintes cinematográficos. Una persona denuncia que abren un contenedor de una empresa de transporte y baja un grupo de hombres hacinados y sin las condiciones de seguridad e higiene para circular. Son alrededor de 20, asegura. Después se conoce que son oriundos de Chaco y que venían de La Pampa, donde realizaban trabajos para una empresa de los mismos dueños de la transportista.
El hecho descripto trascendió la esfera privada y tomó estado público por una denuncia que se filtró por cuanto lugar pudo. El traslado desde La Pampa hasta Cipolletti de trabajadores oriundos de Chaco es hoy materia de investigación en territorio rionegrino, aunque poco ha trascendido oficialmente sobre el hecho.
También se abrió una causa en La Pampa tras un allanamiento, (por condiciones laborales) en una estancia de esa provincia. El propio gobernador pampeano, Sergio Ziliotto, reveló el caso y la circulación de los obreros a Cipolletti.
El fin de semana, un ciudadano cipoleño expuso, en la Comisaría Cuarta, que vio como “unas 20 personas” bajaban de un camión de la empresa Vía Bariloche. Cuando el fiscal Martín Pezzetta llegó al lugar encontró “todo en regla”, según informó. Efectivamente había 18 hombres oriundos de Chaco (provincia con circulación comunitaria de coronavirus) pero estaban en un colectivo. Lo que no está claro –y es materia de investigación- es cómo llegaron a Cipolletti.
El representante de Ministerio Público Fiscal constató que todos contaban con el permiso para circular. Pezzetta, que estaba de turno el fin de semana, remitió hoy las actuaciones a General Acha tras el pedido de un fiscal de esa localidad.
El parte policial, que se desprende de la denuncia, asegura que cuando la policía arribó a la terminal de ómnibus, tras entrevistarse con los chóferes de la empresa, uno de ellos señaló que al cortar el precinto del acoplado y abrir las compuertas “observa que en el interior habría unas 20 personas”. “El chofer se niega a dar el nombre a la policía –por miedo a que lo echen-. Lo mismo hace un gerente quien asegura, según el parte policial, que la empresa posee estancias en La Pampa y que estuvieron transportando empleados en la cabina de camiones Vía Cargo”.
Se trata de la firma Cabaña Curaco, que también es propiedad de la familia Trappa, dueños de la empresa de transporte. Es una estancia ubicada en General Acha que se dedica a la explotación genética agropecuaria. Según el diario La Arena de La Pampa, los trabajadores realizaban tala de árboles en el lugar. El municipio de Cipolletti compra, hace años, la leña para Plan Calor a esa compañía. La empresa ganó al menos las dos últimas licitaciones que lanzó el Ejecutivo local.
Ante la consulta de RÍO NEGRO, desde la gerencia de Vía Bariloche informaron que en las próximas horas emitirán un comunicado de prensa sobre esta situación. El responsable de la Comisaría Cuarta, Juan Huanque, confirmó la denuncia pero no dio detalles sobre la investigación porque la causa está en manos de la fiscalía de Cipolletti.
Los trabajadores finalmente, el sábado por la noche, viajaron, desde Cipolletti hasta Buenos Aires. La investigación podría encuadrar en el delito de trata de personas con fines de explotación laboral. Es precisamente esa investigación la que se realiza en La Pampa y originó el allanamiento al campo por parte de la División de la Seguridad Rural de la provincia.
Desde la fiscalía cipoleña informaron que cualquier cuestión que surja vinculada a las leyes laborales está fuera de la órbita penal. Sobre las medidas que se tomaron tras la denuncia, informaron que se verificó que los obreros contaban con el permiso de circulación y que constataron, por las versiones que recabaron, que eran transportados en la cabina.
La polémica tuvo repercusión en La Pampa, muy celosa de quien entra desde otras provincias, y escaló hasta las más altas esferas gubernamentales. El propio Ziliotto, advirtió – según La Arena- que un colectivo con 18 hacheros intentó ingresar por Catriló, pero la policía impidió el paso. Según trascendió tenían como destino las instalaciones de Cabaña Curaco.
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