Judiciales reclaman por las malas condiciones edilicias en Bariloche

Los trabajadores judiciales de Bariloche reclamaron a las autoridades del Poder Judicial y la Procuración por las deficientes condiciones edilicias de diversas áreas de los tribunales de esta ciudad, en especial el espacio destinado a la atención de la Defensa Pública a donde acuden cientos de personas diarias por casos de familia y niñez que regresarán luego de la cuarentena.

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En una nota enviada a la presidenta del STJ, Liliana Piccinini, al procurador Jorge Crespo y al defensor general Ariel Alice, referentes de Sitrajur Bariloche expusieron las malas condiciones en las que trabajan y en las que reciben atención las personas que acuden al Poder Judicial, y su preocupación ante el posible regreso en corto plazo a las actividades.

Según indicaron desde Sitrajur, el edificio Pilmayquén que alberga casi un 70% de la actividad judicial en la Zona Andina es el espacio “que mayor cantidad de obstáculos presenta a la hora de brindar alguna seguridad sanitaria”.

Cabe recordar que en Bariloche existe un proyecto de Ciudad Judicial pero falta financiamiento para iniciar la obra, por eso el Poder Judicial tiene varias sedes distribuidas en la ciudad, con edificios que fueron hoteles y otras dependencias alquiladas.

A pesar de las reformas realizadas en los últimos años debido a la implementación del nuevo Código Procesal Penal, los trabajadores judiciales señalaron que hay oficinas y dependencias que “sufren el deterioro del tiempo y su falta de mantenimiento”.

Pusieron el foco en el lugar que ocupa la Defensa Pública de Familia y de Menores e Incapaces, anexo al edificio Pilmayquén, que tiene ingreso por la avenida 12 de Octubre, donde pasan 150 personas por día y no hay un lugar apropiado de espera para quienes acuden. Incluso “se generan largas filas de personas, niños y adultos sentados en el suelo, sin calefacción y carece además de oficinas confortables para los operadores de Justicia”, esgrimieron desde el sindicato.

Para graficar estas condiciones, indicaron que es común que los baños sean improvisadas cocinas donde se toma café y oficien de contenedores de expedientes en trámite y archivos. También denuncian que hay pocos sanitarios y elementos de higiene, además, el sistema cloacal ha colapsado más de un vez.

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Respecto al espacio físico reducido, indicaron que acuden 150 personas por día y los empleados trabajan en sitios reducidos con más de tres trabajadores por lugar. Por caso una oficina para dos empleados es de 2×1 metro y cuentan con dos computadoras. Y puntualizaron también en la falta de limpieza profunda del edificio.

Sitrajur recordó que en más de una oportunidad elevaron el reclamo a las autoridades e incluso intervino con inspecciones la Delegación de Trabajo pero no hubo mejores sustanciales. La preocupación por estas condiciones se acrecienta ahora con las nuevas exigencias de sanidad y seguridad que se deben adoptar por la pandemia del coronavirus.