La Justicia amplía la definición de «tortura»
Rechaza "aplicar dolor comparable al colapso de un órgano o la muerte"
WASHINGTON (Télam-SNI).- El Departamento de Justicia publicó una nueva directiva sobre la tortura, que amplía su definición y rechaza la vigente que consideraba legal «aplicar dolor comparable al colapso de un órgano o la muerte».
El documento, de 17 páginas, fue difundido el viernes y tiene como objetivo dar marcha atrás a un polémico memorando de agosto de 2002 que decía, entre otras cosas, que el presidente, como comandante en jefe, en tiempos de guerra tiene el poder de autorizar la violación de las leyes antitortura, y que el personal militar está protegido ante la ley por esas violaciones.
El nuevo documento es más amplio en su definición de lo que podría considerarse tortura y de lo que no es aceptable bajo la ley estadounidense y la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura.
Según organismos defensores de los derechos humanos, la vieja directiva había establecido el contexto legal en que fueron posibles las torturas aplicadas en la prisión de Abu Ghraib, Irak, en Afganistán y en la base naval estadounidense de Guantánamo, para prisioneros detenidos en la lucha contra el terrorismo.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush había dicho que nunca ordenó torturar a ningún preso, pero documentos secretos difundidos en junio mostraron que los métodos de interrogación aprobados para ser usados en Guantánamo incluyeron una vez el uso de perros para provocar miedo.
Las nuevas reglas se difundieron a una semana de la apertura de las audiencias frente a la comisión de justicia del Senado sobre el nombramiento de Alberto Gonzales, el abogado de la Casa Blanca, para suceder a John Ashcroft en el Departamento de Justicia. El memorando de agosto de 2002 fue retirado y se escribió uno nuevo después de varias protestas, cuando se dio a conocer éste y otros documentos relacionados con el interrogatorio y el tratamiento de los prisioneros iraquíes.
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