Canje: venció el plazo pero el Gobierno dejó abierta la negociación
Agentes del mercado financiero hablaban de “un importante nivel de aceptación” de parte de los acreedores.
El plazo para recibir las ofertas para canjear US$ 66.300 millones de bonos emitidos bajo legislación extranjera venció hoy, en medio de una serie de rumores acerca del nivel de aceptación por parte de los acreedores y del compromiso del Gobierno de seguir con las negociaciones.
A las 17 hora de Nueva York, 18 en Argentina, venció el plazo para que los acreedores hicieran llegar su propuesta ante la comisión de valores de los Estados Unidos (SEC – según las sigla en inglés).
Hasta el momento, agentes del mercado financiero hablaban de “un importante nivel de aceptación” de parte de los acreedores que, en Argentina, tienen alguno de los 21 bonos emitidos bajo legislación extranjera que entraron al canje.
Pero se mantenía la incógnita sobre cómo procedieron los grandes fondos de inversión que, con su aceptación o rechazo, determinarán el resultado del canje.
De esta manera, y debido a que hay 21 tipos de bono en negociación, los resultados se conocerán a última hora de hoy, o en el transcurso del sábado, según especulaban fuentes oficiales consultadas por Télam minutos antes del vencimiento del plazo.
Argentina propuso canjear US$ 66.238 en bonos emitidos bajo legislación extranjera por otros títulos con vencimiento a 20 años. Además, no pagar ni capitales ni intereses hasta el 2023, y ese año abonar una tasa del 0,5%, que iría creciendo “hasta niveles sostenibles”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, al presentar la oferta.
En tanto el interés promedio que pagará Argentina es de 2,33% y los acreedores deberán aceptar una reducción de capital de US$ 3.600 millones, es decir, una quita del 5,4% sobre el stock de deuda y una reducción del pago de intereses de US$ 37.900 millones, que equivale a una quita del 62%.
El Ministro Guzmán aseguró ayer que “algunos acreedores han aceptado la oferta que hicimos y otros están tratando de alcanzar un acuerdo”.
«Argentina permanece abierta al diálogo. Hicimos una oferta sostenible de buena fe y apreciamos que parte de nuestros acreedores ya la hayan aceptado», dijo en declaraciones por los medios locales.
En ese mismo sentido, y horas antes del cierre de plazo, el ministro aseguró que el gobierno argentino continúa trabajando para «lograr el objetivo de restablecer la sostenibilidad de la deuda, volver a poner al país de pie y establecer una relación sostenible y duradera con los acreedores”.
El mismo Guzmán había dicho pocas jornadas atrás que «todavía hay tiempo» para acercar posiciones hacia un acuerdo definitivo con los acreedores, pero insistió que «es vital restaurar la sostenibilidad de la deuda”.
Junto a esta renegociación, el Gobierno enfrenta también la restructuración de los US$ 44.000 millones que le adeuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), otros US$ 2.100 que le debe al Club de París, y unos US$ 6.000 millones de bonos emitidos en dólares pero bajo legislación local, cuyo pago reprogramó sin fecha definida para el año próximo.
El Gobierno estima que el PBI podría bajar este año un 6,5% y que el déficit fiscal primario alcance un 3,1% debido al aumento del gasto público para asistencia social y económica durante la pandemia, por lo que considera que la capacidad de pago del país es muy limitada.
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