«Cuarentena focalizada»: Nación incluyó a Río Negro entre las provincias más complicadas
Fernández dijo que es uno de los distritos más afectados. El aislamiento sigue hasta el 10 de mayo con alguna flexibilidad.
El presidente Alberto Fernández anunció ayer una nueva etapa en el programa de aislamiento social implementado desde el 20 de marzo para mitigar la expansión del coronavirus: “cuarentena focalizada”. Aunque incorpora nuevos elementos de flexibilización, como la posibilidad de una hora de esparcimiento en las calles, continúa hasta el 10 de mayo sin grandes cambios: no se reanudarán las clases, no habrá actividad en la administración pública, actividades recreativas ni espectáculos públicos, como hasta el momento. Fernández anticipó que habrá más adelante otras dos etapas hasta el levantamiento total de las medidas.
El presidente difundió ayer desde Olivos un mensaje grabado. Habló de una “segmentación geográfica” de la cuarentena e individualizó siete distritos en los que el virus ha tenido una mayor expansión y sobre las que el gobierno pone atención: Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Chaco, Tierra de Fuego y Río Negro. Concentran, dijo, el 47,7% de los casos de coronavirus del país.
La nueva etapa traslada una cuota mayor de responsabilidad a las provincias en la aplicación del nuevo marco normativo, que se espera sea publicado en el Boletín oficial hoy. Las decisiones de las provincias serán monitoreadas por la Nación.
El presidente discriminó entre ciudades de más de 500.000 habitantes, donde las modificaciones serán mínimas, y las de menos de 500.000 habitantes, donde se van a ensayar los cambios. En estas ciudades se deberán cumplir una serie de requisitos para flexibilizar el aislamiento, de los que deberán dar cuenta las autoridades provinciales. Fernández mencionó entre ellos: que el tiempo de duplicación del virus no sean menor a 15 días; que el sistema sea capaz de atender la demanda sanitaria; que se consideren la vulnerabilidad social, densidad demográfica y condiciones de vivienda; que no cuente con casos de transmisión comunitaria y que ninguna apertura habilite que más 50% de la población pueda movilizarse.
Fernández se presentó con el jefe de gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Salud Ginés González García a su lado y con la viceministra de Salud Carla Vizzoti y el ministro del Interior Eduardo de Pedro. Como en su presentación anterior, usó un tono didáctico y filminas para exponer la situación de la pandemia en la Argentina. Fernández mostró sin embargo algunas imprecisiones: no mencionó la fecha tope de esta etapa y no aclaró si las salidas están autorizadas en todo el país o en las zonas donde habrá más flexibilidad. Esta duda tampoco se despejó en un resumen difundido más tarde por el gobierno.
Una de las novedades es la autorización a todas las personas a salir durante un plazo de una hora en un radio de 500 metros de su casa. Fernández habló de “caminar”, pero descartó la actividad física que, dijo, favorece la expansión del virus. Los chicos podrán ser acompañados por un adulto.
Las dos crisis que desafían a Fernández
El sentido del mensaje de Fernández es que la cuarentena continúa. Apeló sin embargo a la responsabilidad individual y colectiva en el cumplimiento de las nuevas disposiciones. Fue taxativo al respecto sobre las consecuencias: “Si los números se desbordan o se dejan de cumplir estas exigencias, podemos dar marcha atrás y volver a período previo”, dijo. Un riesgo que decidió correr.
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