Alicia, agrónoma de Centenario: la maga de las pócimas de plantas para nutrir aún más la vida

De bisabuela africana cocinera y bisabuelo italiano, anarquista y cerealero, surge este personaje neuquino. Tres recetas: loción de jarilla, jarabe para la tos y fertilizante para la huerta.

@victoriarodriguezrey Especial para Yo Como

El talismán de Alicia estaría integrado por una ramita de jarilla, apuntes de microbiología y un catálogo de plantas de la era premoderna. Si alguien pudiera diseñar un objeto que contenga esos elementos, estaría moldeando un poder mágico capaz de generar bienestar no sólo para Alicia sino a un nivel colectivo. 

Conversar unos instantes con Alicia Manucci es repasar la historia de crisis y organización latinoamericana, es analizar la pandemia a nivel cósmico, es entender lo urgente de sanar la madre tierra, es sentir el poder de vincular el cielo con la tierra. 

“La agronomía es mi herramienta para caminar sobre esta tierra, sigo haciendo agrónoma de corazón, alma y pensamiento. Amo la profesión, porque la entiendo de generar alimento a todo dar».

Alicia Manucci

De bisabuela africana “negra como la tierra” cocinera y bisabuelo italiano, anarquista y cerealero, surge la Alicia que hoy vive en Centenario, Neuquén. Es agrónoma, se recibió en la Universidad pública de Lomas de Zamora. Comenzó en el 74 con un plan de estudios que se detenía en lo fenomenológico, en un contexto de pleno espíritu de la revolución agraria latinoamericana. En 1976 la Universidad fue cerrada por la dictadura y todo cambió. La reapertura impuso otros planes de estudios. Fue la implementación de modelos productivistas de alto rendimiento, y así fue el perfil, discurso y técnica de los profesionales del agro. De sus trabajos bajo ese modelo advirtió que su cuerpo quedó teñido de agrotóxicos, fue el resultado de entrar y salir de invernaderos fumigados intentando promover la producción forzada de tomates durante todo el año. Recordemos que en la década de los noventas se promocionaba un paquete tecnológico de alto rendimiento productivo para resolver el hambre del mundo, sin embargo el hambre sigue aumentando. Claramente el plan fracasó. 

De la Jarilla al cosmos: las fórmulas de Alicia para la nutrición de la vida. 

Alicia se detuvo, y en el proceso de deconstrucción de aplicación de modelos productivos volvió a sus primeros años de formación y retomó climatología, microbiología, ecología, botánica entendiendo que se trata de observar y acompañar los fenómenos de la biodiversidad. “La agronomía es mi herramienta para caminar sobre esta tierra, sigo haciendo agrónoma de corazón, alma y pensamiento. Amo la profesión, porque la entiendo de generar alimento a todo dar. Estamos frente a estas flores que son alimento, los frutos, la abundancia absoluta del reino vegetal eso es lo que me trajo mi profesión, entonces como no voy a estar agradecida de ser agrónoma.” Y se encaminó hacia la astrología que se funde con la tierra. “Las constelaciones te van dando la letra. Como no volver a la astronomía que estudiaban los antiguos para estudiar los cultivos. La cubierta vegetal depende de los ritmos planetarios; los ritmos plantarios rigen lo que ocurre acá que uno lo toma como cosecha. La astrología une a la astronomía y es lo que rige la vida vegetal y los ritmos de los animales en el planeta.” 

Y así, caminando sencillo vincula el cielo con la tierra, se cruza azarosamente con un topinambur, podría ser cualquier otra planta, y rápidamente le hace la carta astral al “topi”: dice que con su color amarillo representa fuerza y poder y advierte un enorme poder curativo, que va a trabajar sobre el plexo solar y que a la vez es una plata terrícola, que su reserva se encuentra en la raíz (para período invernal).

“El mercado lo que hará será sintetizarla y comercializarla para úlceras gástricas.” concluye. Y así comparte sobre la importancia de sanar la tierra para generar alimentos sanos para mantener la vida. Celebra el momento planetario de conciencia sobre el alimento y la necesaria nutrición biológica y espiritual. Advierte que la pandemia que hoy nos atraviesa es parte de un despertar, un momento planetario, un momento de búsqueda hacia la alimentación sana. 

“Es el momento en el que todos estamos despertando sobre lo que estamos comiendo. No tanta farmacia, remedio, empastillarse.  Lo que está ocurriendo en la conjunción de planetas habla  de un cambio de cabeza hacia la madre tierra, si o si porque si no perecemos como en tantas otras crisis de la humanidad.” 

De su larga trayectoria laboral por instituciones del Estado en el sector productivo y educativo Alicia apuesta fuertemente al trabajo territorial, de la práctica va formulando la teoría. Se  compromete en generar espacios de encuentro. Es probable ubicar a Alicia en las ferias, con sus pelos de colores y sonriendo con la mirada, convencida que esos son los espacios de transformación, donde se encuentra toda la cadena de producción real, el productor y el consumidor, quién más. A viva voz contagiará el amor por las plantas, por la vida, te invitará que elijas una entre tantas para que te guie y te sane. Convidará sus fórmulas para recuperar el proceso biológico de la tierra, la nutrición de las plantas, la tos del anciano, la dermatitis del bebé. Te hablará del amor que tiene por la jarilla, de su nobleza y se emocionará cuando te cuente que con sólo una gota de rocío de otoño tiene la capacidad de  entregarse en flor.  

Sus fórmulas 

La huerta de otoño 

En otoño la huerta, el jardín, los vegetales en general comienzan su descanso, y  toda la energía acumulada durante el verano desciende a las profundidades de la tierra. Va una receta para acompañar este proceso natural 

Ingredientes: 

6 hojas grandes de repollo, coliflor o brócoli 

3 cascaras de huevo bien trituradas 

3 hojas grandes de llantén 

1  puñado de ramitas decola de caballo 

6 litros de agua 

Preparación: Se trozan las hojas a mano, y se ponen a macerar todas juntas en el agua, durante la noche, incluida la cascara de huevo. Al día siguiente se pone al fuego, lento y cuando rompe hervor se cuentan  diez minutos y se retira del fuego, se tapa y se deja enfriar. Luego se agregan tres litros de agua fría y se cuela. Ya está listo para regar o pulverizar toda la huerta, el jardín y ¡por supuesto a la tierra! Hacerlo en  cada luna llena del otoño y repetir en cada la luna nueva. 

Para pies y manos frías: Loción de jarilla  

Ingredientes: 

150 cc de agua 

250 cc de alcohol común 

Un puñado de hojas y ramitas tiernas de jarilla trituradas a mano 

Preparación: poner en un frasco de boca ancha la jarilla y verter el líquido mezclado previamente, sobre el triturado. Tapar y agitar durante cinco minutos. Dejar en maceración en lugar oscuro y fresco. A los quince días ya está listo para usar, en agua caliente para inmersión, usando un pocillo del preparado en diez litros de agua.  

Adultos mayores: Jarabe para la tos 

Ingredientes: 

3 hojas de llantén o siete venas 

3 hojas de marrubio 

3 flores de lavanda 

3 hojas de eucaliptus 

1 litro de agua 

Preparación: Poner a macerar en el agua fría, por tres horas aproximadamente las hierbas trozadas a mano. Luego a fuego lento hasta que rompa el hervor. Seis minutos después se apaga el fuego y  se deja entibiar. Se cuela y se agrega un cuarto kilo de miel.  Agitar hasta lograr un líquido homogéneo. Se guarda en la heladera y se toman tres cucharadas diarias.  


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