Provisión de garrafas y leña en los barrios de Bariloche, se agrava en la cuarentena

Los beneficios del Gobierno no llegaron a los que menos tienen y que dependen de la leña (a razón de 1.400 pesos el m3, transporte aparte) o del gas envasado, cuya garrafa de 10 kilos asciende a 550 pesos.

La obligación de permanecer recluidos en su vivienda a tiempo completo, por el avance del coronavirus, complicó la economía de muchas familias en los barrios de Bariloche que no tienen otro combustible a mano que la leña y el gas de garrafas, ya que la demanda es mucho mayor y el costo se les torna inalcanzable.

El gobierno nacional dispuso la prohibición de cortes y dilación en los pagos para los usuarios del gas natural, pero esos beneficios no llegaron a los que menos tienen y que dependen de la leña (a razón de 1.400 pesos el m3, transporte aparte) o del gas envasado. En la distribuidora ubicada a las puertas del barrio El Frutillar la garrafa de 10 kilos costaba ayer 550 pesos y el cilindro de 45 kilos tiene un precio de 2.850. El pago es al contado.

El presidente de la junta vecinal del barrio Malvinas, Sergio Herrero, dijo que se trata de un problema serio y que “hay que adelantarse” porque la cuarentena por el coronavirus cambió los hábitos y “la gente pasa todo el día en su casa”, ante la interrumpción de las clases y el trabajo.

El dirigente envió mensajes a la gobernadora Arabela Carreras y a la secretaria de Energía Andrea Confini para pedirles que anticipen la implementación de la “garrafa social”, que la provincia suele repartir en forma gratuita a partir de mayo.

El secretario de Desarrollo Humano del municipio, Juan Pablo Ferrari, dijo también que siguen ese tema con atención y que hoy habrá una reunión con representantes provinciales para evaluar un posible adelantamiento de los refuerzos de gas envasado para cocina y calefacción.

La distribuidora de garrafas en El Frutillar vende el cilindro de 10 kilos a 550 pesos. Foto: Alfredo Leiva

Ferrari dijo que el municipio ya tiene comprados 8.000 metros de leña para repartir -en principio- a partir de mayo. Aunque la fecha exacta depende del clima “y se evalúa día a día”.

Opinó sin embargo que la ayuda más eficiente sería una ampliación del plan de garrafas, porque es menos complejo distribuirla sin provocar aglomeración de gente. Algo casi imposible con el reparto de leña.

Hasta ahora el clima no es muy riguroso, ya que brilla el sol y la temperatura a la tarde llega a los 17 o 18 grados, aunque las heladas de madrugada ya se hacen sentir.

“Hay que pensarlo ya, no podemos esperar a que venga la lluvia y los días complicados -dijo Herrero-. Dicen que se están ocupando (en el gobierno), pero no se ve que lo estén moviendo, no hay ninguna convocatoria”.

El intendente Gustavo Gennuso aseguró que la mayor necesidad derivada de la cuarentena “es real” y por eso pidieron a la provincia que “adelante la garrafa”.

Gennuso dijo que la carencia más grande (por falta de gas de red) se da en Malvinas y Nahuel Hue, donde viven unas 5.000 familias, y por eso decidieron no frenar las obras para llevar el servicioa esa zona, aunque “no va a estar para este invierno”.

Aseguró que el seguimiento y las decisiones “son muy día a día” y que el plan Calor ya tiene su acopio en marcha y comenzaría en mayo.

Garrafa, un lujo

Daniel Lagrás, de la distribuidora Los Notros (ubicada sobre ruta Juan Herman), dijo que las garrafas de 10 kilos “de gas propano” se venden a 550 pesos y oyó hablar de que “lo quieren bajar” con un nuevo régimen de precio regulado en razón de la emergencia, “pero todavía no hay nada”. La garrafa social (de propano/butano), a 450 pesos, se repartía en camiones, a razón de un envío semanal. Pero Herrero dijo que lo canalizaron a través de un par de despensas “para evitar que se junte la gente”.

El dirigente explicó que el requerimiento es claramente mayor que en un otoño normal “porque en algunas familias con los chicos son seis o siete, están juntos en la casa todo el día. Hay más torta frita, más mate, se cocina más. Y también se necesita más calefacción”.

La garrafa sólo para la cocina dura no más de una semana (unos 2.000 pesos por mes) y la leña para tacho o salamandra, demanda un desembolso similar. “Son muy pocos los que pueden asumir un gasto así. Y salir con el carrito a buscar leña tampoco se puede”, acotó Herrero.

Desde el municipio, Ferrari admitió que la necesidad se multiplicó y que el municipio ya debió desplegar refuerzos en el reparto de alimentos. Dijo que con el gas y la leña “pasa lo mismo, o va a pasar apenas empiece el frío”.

Dijo que por eso adelantaron la confección de los listados para el plan Calor, con ayuda de las juntas vecinales, aunque no establecieron todavía el día que empezará la distribución.

“Todo se ve sobre la marcha, estamos preparados para comprar más leña, pero es preferible reforzar con garrafas”, dijo Ferrari.


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