Una bengala mató a un hincha peruano
Dramático relato del jugador argentino Yaqué, testigo del trágico episodio.
BUENOS AIRES (DyN) – El delantero argentino Carlos Alberto Yaqué, testigo privilegiado de la tragedia del estadio Nacional de Lima, en la que perdió la vida un joven de 17 años alcanzado por una bengala en el rostro, aseguró que todavía ve las imágenes «que son de una película de terror que tuve la desgracia de vivir, porque vi la bengala cruzar la cancha a lo ancho y pegarle al chico prendiéndosele fuego en el rostro».
El hecho se suscitó el domingo, justamente después de un gol anotado por Yaqué, que puso al Universitario 1-0 en ventaja sobre el modesto Unión Minas, por el torneo local, lo que dio paso al festejo de la hinchada de los «cremas» que terminó trágicamente.
«Cuando yo hice el gol salí festejándolo. Fui hacia el medio, estaba al lado de Gustavo (Grondona) y sentimos un ruido. Miramos y vimos eso que cruzaba toda la cancha y terminaba en la tribuna de enfrente, en un claro donde había muy poca gente. Ahí estaba este chico y la bengala le pegó de lleno en la cara, prendiéndose fuego. La madre estaba al lado, desesperada, se acercaron algunas personas que trataron de ayudarlo, pero fue inútil. Es una cosa que la ves y no la podés creer», le dijo ayer telefónicamente Yaqué a periodistas de la Radio La Red de Buenos Aires.
La víctima fatal fue un joven autista que era muy conocido por los jugadores de Universitario y el sector opuesto desde donde partió la bengala también era ocupado por partidarios de ese club, según señaló Yaqué, quien aclaró que «prácticamente era toda gente de Universitario porque el equipo con el que jugamos casi no tiene hinchas, por lo menos aquí en Lima».
Inmediatamente el partido fue suspendido.
El delantero argentino, ante una consulta puntual, dijo que este tipo de lanzamientos «acá son comunes en los festejos. A nosotros mismos nos da temor que puedan entrar a la cancha con esas cosas porque hay unas explosiones muy fuertes, pero esto fue increíble, porque el tamaño que tenía lo que tiraron era impresionante».
«Estaban empezando a controlar estas cosas, pero parece que en este caso la tarea del Comité de Seguridad no fue eficaz», indicó Yaqué, quien al ser consultado acerca de si se habían practicado detenciones respondió que «lo que se sabe es que hay seis o siete personas detenidas que estaban en el sector desde donde salió la bengala».
«En los videos se pueden ver a tres o cuatro personas en ese lugar, pero no se alcanza a apreciar el momento en que la bengala sale», dijo el delantero, quien integró el plantel de Estudiantes de la Plata hasta fines de 1999.
Luego explicó que el artefacto explotó «en un sector alto, muy arriba, pero pienso que mi familia, que esta vez no fue a la cancha, cuando va se ubica de ese lado, unos treinta metros más abajo».
Yaqué, Grondona y Oscar Ibáñez son los argentinos que juegan en el Universitario, uno de los tres equipos más grandes del Perú (junto a Alianza Lima y Sporting Cristal), que está participando, aunque ya sin chances, en la presente edición de la Copa Libertadores.
Grondona, ex delantero de Independiente, Huracán y Arsenal de Sarandí, llegó al club hace varias temporadas y es uno de los referentes del equipo, en tanto que Yaqué se incorporó a principios de este año.
En la Argentina, Yaqué integró los planteles de Almagro y Nueva Chicago en el ascenso y en Ferro y Estudiantes de La Plata.
Ibáñez es casi desconocido en su país, donde integró el plantel del Deportivo Español, pero lo mejor de su campaña lo realizó en Perú, donde llegó a nacionalizarse e integrar la selección.
Fue un militar quien disparó el proyectil: quería así festejar el gol
Un alférez de la Armada peruana fue detenido por haber lanzado la bengala que causó la muerte del joven de 17 años en el estadio Nacional limeño.
Según informó la emisora Radioprogramas, el militar, cuya identidad no fue revelada, admitió ser el responsable del accidente y reveló que la bengala la obtuvo de material desechado por la Marina de Guerra de Perú.
El alférez detenido manifestó acongojado que «jamás pensó» que el artefacto, lanzado para celebrar el primer gol de Universitario, pudiera causar la muerte de una persona .
La muerte del joven, cuya madre trabajaba también en el estadio como vendedora de refrescos y sandwiches, reavivó la polémica sobre la poca seguridad existente en las canchas del Perú.
La bomba de estruendo partió desde una tribuna y pasó por encima de todo el terreno de juego para impactar en el rostro del joven, quien observaba el partido en la otra tribuna
La televisión local, que transmitía en directo el partido, logró captar las dramáticas imágenes, en donde se pudo ver a aficionados tratando desesperadamente de apagar el fuego que quemaba el cuerpo del fallecido.
La explosión generó también la pérdida del conocimiento de otro aficionado, que se encontraba cerca del lugar y que fue trasladado hacia un hospital local.
El hecho fue similar al que hace varios años ocurrió en la cancha de Boca, donde una bengala lanzada desde la barra xeneize mató a un hincha racinguista.
Los mutantes del fútbol argentino
BUENOS AIRES (Infosic) – El fútbol se está acostumbrando a las peligrosas mutaciones de sus protagonistas que lo sacuden a diario. La última fue la de jugadores que, a poco de reclamar seguridad, fueron el centro de actitudes violentas, esas que suceden cada fin de semana.
Aunque suene a verdad de perogrullo, la violencia está, desde hace mucho tiempo, de ambos lados de los alambrados. Sucede que la doble identidad de algunos futbolistas que se ponen en el rol de víctimas de la intolerancia que habita en las tribunas, suele confundir.
¿O no fue el mismo Chilavert quien el viernes amenazó con irse de la cancha de Boca si le explotaba una bomba de estruendo «así sea a 15 metros», y que el domingo se trenzó en riñas varias con Bermúdez, a quien pisó deliberadamente por una jugada en la que no estaba involucrado?
El árbitro expulsó a los dos. Se iban los exponentes de la violencia en la Bombonera ante la mirada de los hinchas que, obedientes, sólo arrojaron papelitos y algunos salivazos a la cancha.
Pero en este fútbol también es posible observar desaguisados varios en el rubro violencia.
Por caso, el delantero José Luis Marzo (Talleres) festejó el gol que le hizo a Colón en Santa Fe tomándose los testículos ante la parcialidad local, para recordarles su pasado en Unión. Claro, el gesto provocativo y desagradable estaba justificado porque Marzo es otra de las «víctimas» de la violencia.
Como también lo es Oscar Ruggeri, quien tiene licencia para protestar decisiones arbitrales con gestos ampulosos que contagian a los hinchas, quienes también se vieron habilitados para insultar al referí Oscar Sequeira, como pasó el viernes contra Ferro.
Pero los árbitros tampoco son grandes colaboradores en la búsqueda de erradicar las actitudes violentas. Resulta poco comprensible que Sergio Pezzotta, el mismo que días atrás suspendió Lanús-Vélez a los 20 segundos por una bomba que explotó cerca de Chilavert, haya permitido el inicio del clásico platense luego de que un fotógrafo resultara herido por un petardo, lanzado por la hinchada de Gimnasia.
Pero no deben causar extrañeza esas anomalías en el fútbol argentino, que es manejado por dirigentes que dicen no conocer a barrabravas pero esta vez, llamativamente, los hinchas de un club «respondieron» al pedido de no violencia y en esas tribunas todo fue armonioso.
Tampoco se los extrañó, porque los violentos estuvieron sobre el césped
La imagen de la desesperación en las graderías del estadio Nacional de Lima, donde un aficionado murió al ser alcanzado por una bengala….
BUENOS AIRES (DyN) - El delantero argentino Carlos Alberto Yaqué, testigo privilegiado de la tragedia del estadio Nacional de Lima, en la que perdió la vida un joven de 17 años alcanzado por una bengala en el rostro, aseguró que todavía ve las imágenes "que son de una película de terror que tuve la desgracia de vivir, porque vi la bengala cruzar la cancha a lo ancho y pegarle al chico prendiéndosele fuego en el rostro".
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