El primer ministro japonés, entre la vida y la muerte 

La internación por estrés se transformó en un derrame cerebral y estado de coma.

Tokio (EFE).- El primer ministro japonés, Keizo Obuchi, se debate entre la vida y la muerte tras haber sufrido el domingo un derrame cerebral, mientras el gobierno nipón se dispone a dimitir en bloque para encontrar un sustituto.

«En este momento es difícil que el primer ministro tome decisiones por sí mismo. Somos nosotros los que debemos decidir qué hacer», afirmó el ministro portavoz, Mikio Aoki, quien fue nombrado jefe interino del Ejecutivo ayer a la mañana.

En la madrugada del domin-go, Obuchi, de 62 años de edad, fue hospitalizado con lo que se dijo que eran síntomas de cansancio por exceso de trabajo tras una reunión con el líder del pequeño partido Liberal, Ichiro Ozawa, donde se decidió el abandono de su formación de la tripartita alianza gubernamental.

Mientras la salud de Obuchi se mantiene en estado de extrema gravedad desde que entró en coma hace más de 24 horas, los políticos del partido que él aún preside, el mayoritario Liberal Demócrata (PLD), analizaban las opciones para evitar un bloqueo de la política nacional y diplomática.

Fuentes del gobierno indicaron que la dimisión en pleno del gabinete se podría producir en uno o dos días, para cuando los contactos que ya se realizan entre el PLD y su socio de la coalición, el Komeito, puedan completar la selección de un sucesor.

A primera hora de la noche , destacaba el nombre de Yoshiro Mori, actual secretario general del PLD, como posible sucesor de Obuchi, por delante del canciller Yohei Kono y del ex ministro de Defensa Koichiro Kato.

Tras la celeridad de la clase política por solucionar la confusión creada por la enfermedad de Obuchi se esconde la necesidad de poner en marcha la pesada maquinaria burocrática y la falta de tiempo para convocar elecciones generales antes de que finalice la legislatura, en octubre.

El futuro jefe del gobierno deberá reorganizar y limar rencillas entre el partido mayoritario y su socio de la alianza gubernamental para que puedan tener una buena actuación en esos comicios. Deberá además recibir en julio a los jefes de Estado y de gobierno del Grupo de países más industrializados y Rusia (G-8) este año en Tokio.

Pese a todo, nadie cree que un desenlace fatal afecte negativamente a los esfuerzos para poner fin a la peor crisis de Japón en 50 años. Obuchi sacó adelante las medidas de revitalización más importantes y diseñó el mayor presupuesto de la historia japonesa pese a empeñar las arcas públicas, y que según los últimos informes comienza a dar resultados.

La sociedad japonesa fue la más sorprendida por la repentina enfermedad de Obuchi, quien disfrutaba de los mayores niveles de popularidad entre los jefes de gobierno gracias a su carisma y su facilidad de llegar al ciudadano con su aspecto de hombre común. Por esa razón nadie se explica que el gobierno mantuviera durante 22 horas en secreto su hospitalización.

Anoche, el primer ministro japonés continuaba en coma con respiración mecánica asistida, en compañía de su esposa, Chizuko.  

Un negociador muy popular

El primer ministro japonés y presidente del Partido Liberal Democrático (PLD), Keizo Obuchi tiene una dilatada carrera política, siempre marcada por su carácter conciliador.

Nacido en Gunma en junio de 1937 en el seno de una familia de hilanderos, se interesó pronto por la política, vocación que le surgió cuando estudiaba literatura inglesa en la Universidad de Waseda. Dos meses después de regresar a Japón tras recorrer el mundo, en 1963 se presentó a las elecciones legislativas y logró su primer escaño por Gunma, lo que le convirtió, con 26 años, en el diputado más joven.

En 1987 fue nombrado ministro portavoz del Gobierno en el gabinete de Noburu Takeshita y cesó el 2 de junio de 1989 por el escándalo «Recruit». Al asumir el primer ministro Ryutaro Hashimoto en 1997, fue designado titular de Asuntos Exteriores

En 1998 es elegido jefe de gobierno, denominado de «reconstrucción económica», con la prioridad de sacar al país de la crisis prometiendo un recorte fiscal permanente y la recuperación económica en dos años. Debido a la accesibilidad del ciudadano a él, Obuchi cosechó en poco tiempo gran popularidad .

Obuchi, aficionado al arte marcial «Aikido», está casado y tiene tres hijos.


Tokio (EFE).- El primer ministro japonés, Keizo Obuchi, se debate entre la vida y la muerte tras haber sufrido el domingo un derrame cerebral, mientras el gobierno nipón se dispone a dimitir en bloque para encontrar un sustituto.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios