La «traición»

La decisión de la modelo Laetitia Casta, elegida símbolo de la república francesa, de trasladar su residencia a Londres ha desatado gran revuelo y un alud de críticas contra lo que se interpreta como una «traición» y «emigración fiscal».

El anuncio del traslado de Casta a la capital londinense coincidió con la llegada ayer a gran parte de los municipios franceses de la escultura de bronce de la modelo y actriz, elegida el año pasado por la mayoría de los alcaldes del país como «Marianne 2000», figura que encarna los valores republicanos.

La modelo corsa sucedía así a otras «leyendas» nacionales como las actrices Catherine Deneuve o Brigitte Bardot.

Precisamente esta última, conocida familiarmente como «BB» y presidenta de una asociación protectora de los derechos de los animales, fue la única que salió ayer en defensa de Casta al asegurar que si ella tuviera 21 años habría hecho exactamente lo mismo. Entre los más indignados por esta «emigración», confirmada por la propia Casta a la prensa británica, estaba el autor de la escultura de «Marianne 2000», Serge Chachkine.

El artista anunció su firme intención de esculpir un nuevo busto de este símbolo, inspirado esta vez en Denise Cuat, obrera jubilada de 62 años que en su día trabajó en una fábrica textil.

Un agente de la modelo, que interpretó a la bella Falbalá en «Asterix contra César», confirma que Casta «ha alquilado» un apartamento en Londres, cerca de Trafalgar Square, pero dejó bien claro que la decisión no respondía a criterios fiscales sino únicamente profesionales.

«Frente a las falsas informaciones publicadas en los medios europeos este fin de semana, tenemos que restablecer la verdad de cierto número de errores», afirma el agente en un comunicado en el que informa de que la modelo ha comprado una casa en Córcega.

Aludía así al rotativo «The Times», que el pasado día 1 informó que la «Marianne» del 2000 acababa de convertirse en residente fiscal británica para escapar de la presión impositiva francesa y del grueso de la prensa francesa, que ayer se hizo eco de la noticia.

La supuesta marcha de Casta a Londres para escapar de los impuestos galos fue calificada de «barbaridad» por su propio padre, que indicó que fue el novio de su hija quien alquiló una vivienda en la capital británica.

«Fisco: el asunto de Laetitia Casta», tituló ayer el diario popular «Le Parisien», que señala que el repentino alejamiento de Casta está relacionado con el «peso» de los impuestos franceses.

Otros rotativos fueron más lejos: «Qué ingratitud, qué traición», ironizaba «La Charente Libre», mientras que otros diarios evocaban el error de «casting» que supuso elegir a Casta «Marianne 2000».

Un portavoz de la Asociación de los Alcaldes de Francia explica que la elección de Casta como «Marianne 2000» «no comporta ninguna relación pecuniaria» y señaló que la modelo «cedió sus derechos a una organización caritativa». La decoración de los ayuntamientos con su busto «también es libre y ningún alcalde está obligado a instalarlo, porque el título de «Marianne» comporta una libertad de derecho y no nos incumbe cómo gestione Casta su vida privada», añadió.

(EFE)