Abigail Villaseñor, la artista neuquina que esperan en Nueva York
En abril, la artista plástica tenía previsto exponer en el "ArtExpo Nueva York, pero la muestra fue postergada por la pandemia del coronavirus y reprogramada para no antes de fin de año. En esta entrevista con Río Negro, Villaseñor habla de su estética y cuenta detalles de las obras que llevará a Estados Unidos.
Hace un tiempo, Abigail Villaseñor recibió una invitación y, por supuesto, aceptó. Es que se trataba de una convocatoria para exponer su arte en Nueva York. Se empezó a preparar y decidió que iba a aprovechar la situación para difundir a los pueblos originarios de Argentina.
La artista neuquina fue invitada al «ArtExpo New York», prevista para fines de abril, pero postergada por la pandemia del coronavirus y, probablemente, se reprograme para octubre. Pero algo es seguro: sea cuando sea, las obras de Villaseñor ya están listas para ser mostradas al mundo.
«Voy a exponer dos obras de los pueblos originarios de acá de Argentina, voy a representar el sur y el norte del país», aseguró ella en diálogo con RÍO NEGRO.
Serán dos cuadros los que llevará. «En el sur decidí poner al pueblo Tehuelche. Es una mujer Tehuelche, caracterizada con la vestimenta que ellos utilizaban, que era piel de animal. Por lo general usaban guanacos que los cazaban utilizaban todo y de paso con la piel se abrigaban del frío extremo, porque por lo general estaban cerca de la cordillera. Y de fondo puse al Fitz Roy porque a ese lugar lo tomaban como un lugar sagrado donde hacían ceremonias y ritos», detalló ella sobre una de las obras.
«En el norte puse al pueblo guaraní, porque me pareció importante generar ese contraste. En esa obra aparece como primera figura un hombre del pueblo guaraní, pintado con todas las características del pueblo, con plumas y caracterizados como animales. De fondo parece que estuviera en la selva, un poco para reflejar todo esto que está pasando con la naturaleza, con la destrucción que, a veces, hace el ser humano», contó sobre la otra de las piezas que la acompañarán hasta la ciudad más poblada de Estados Unidos.
La vida con coronavirus: El mundo está en casa
Abigail pinta casi desde que tiene memoria, aunque empezó a estudiar a los ocho. Tras concluir el secundario en una escuela técnica, decidió que su vida profesional se iba a alejar un poco del carril técnico para unirse definitivamente al artístico. Es maestra mayor de obra pero también es profesora de Dibujo Artístico y se encuentra cursando el profesorado en Artes Visuales en la Escuela Superior de Bellas Artes.
«Arranque con la pintura de muy chiquitita, a los 8 años una profe de la primaria le recomendó a mi mamá que me mandara a pintura porque me veía dibujar mucho. Mi mamá me preguntó, yo claramente le dije que si, y ahí fui con mi profe, Gisela Bonetti, la que me enseñó, en gran parte, todo lo que se. Ahí aprendí todos los conocimientos básicos de pintar y dibujar», contó Abigail sobre sus primeros pasos en el mundo del arte.
«Siempre seguí pintando, y cuando terminé la secundaria, que me recibí de maestro mayor de obra, no sabía si elegir arquitectura o ingeniería que eran carreras como más sustentables; o el arte que a veces lo tienen como mal visto o que no se vive de eso. Al final me decidí por el arte porque era lo que más me apasionaba y gracias a la vida me va muy bien«, agregó ella sobre la difícil decisión que marcaría su andar adulto.
Un tiempo después de eso, comenzaron a llegar las exposiciones en la región pero también fuera de ella. Los cuadros hiperrealistas de la neuquina ya recorrieron México, Los Ángeles y gran parte del país. Y también cosecharon unos cuantos premios y reconocimientos.
Abigail es artista a tiempo completo. Vende sus obras, realiza pinturas y dibujos a pedido y también da clases de pintura a niños y adultos. «Me dedico al arte, pinto porque es algo que necesito hacer. Y también descubrí que algo que me gusta mucho es enseñar dibujo y pintura, tengo un taller en Neuquén, viene gente de todas las edades a aprender y es algo que me re gusta también», señaló.
La mayoría de sus obras son figuras humanas hiperrealistas trabajadas en lienzo y óleos bajo algunas técnicas del impresionismo. Sin embargo, cuando se cansa del pincel echa mano a al lápiz de grafito o la carbonilla para seguir produciendo arte.
«Un poco me baso en artistas que me gustan de ese tiempo antiguo, para traerlos de vuelta. Mis obras me gusta que sean bastante realistas e hiperrealistas, me gusta generar detalles y demás. Pero igualmente me gusta que se vea lo plástico, que se vea que está la pintura y las pinceladas. Algo que me gusta mucho es el impresionismo, que trato un poco de aplicarlo en mis obras», destacó ella sobre su arte.
«En mi arte trato de poner emoción y trato que el arte transmita algo. Mi perspectiva es que no solamente sea bonito y atractivo a la vista sino que genere algo en las personas; y en cualquier tipo de personas, en alguien que es conocedor del arte y experto, hasta alguien que pasa y no tiene idea de arte. Que cause algo, me parece que es como el objetivo del arte«, cerró la neuquina que cuando se supere la pandemia viajará a Nueva York con sus obras bajo el brazo.
La mujer tehuelche y el hombre guaraní, fueron los primeros cuadros de una serie que Abigail Villaseñor pretende continuar. Es más, ya puso manos a la obra en el siguiente: una mujer Ona, «que es un pueblo de Tierra del Fuego que ya se extinguió», aclaró la artista que en la previa hizo una exhaustiva investigación de los pueblos originarios del país.
«Investigar me parece super interesante, me gusta estudiar y me parece re interesante. Estoy estudiando de a poco cada pueblo, hay veces que veo cosas nuevas y es super interesantes. A mi me enseñaron muy poco de los pueblos originarios, hay muchas cosas super interesantes que no se enseñan, entonces me parece bueno que se sepan, que se aprendan y que no se pierdan«, confió la joven artista neuquina.
Y resaltó: «La idea es rememorar todas las culturas que se están perdiendo y de los que se han extinguido. Como son solo dos las que se van a exponer, quiero seguir con esta serie de pueblos originarios y representar a cada pueblo, que son un montón».
Muchos de los cuadros de Abigail muestran gente mayor, sus expresiones y la huella que el paso del tiempo ha dejado en ellos. Claramente es un tema que ella elige y explora.
«De a poco me fui dando cuenta que me interesaba más la figura humana, luego hice un retrato de dos ancianos que se llama ‘Dios te amaré’, fue uno de los primeros cuadros grandes que hice, y fue el detonante para seguir con esa serie de vejez y ancianos», contó ella.
Y cerró: «Me atrae bastante, siempre voy hacia ese lado, me gusta jugar con eso del tiempo y esto de que la gente mayor, a veces, es un poco olvidada y está bueno que se conozcan. Son etapas que uno pasa y todos vamos a llegar a eso».
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