Sommelier de cerveza: esa es la profesión de esta joven que es la envidia de los millennials
Sol Cravello es una de las 10 mujeres que más sabe de cerveza en el país. Comparte su recorrido de estudios y trabajos para entender por qué ocupa hoy el puesto que tiene. Trayectorias que inspiran.
Sol Cravello tiene uno de los trabajos más envidiados por los millennials. Ella es sommelier de cerveza. ¡Qué tal! Es jefa de Conocimiento Cervecero en Patagonia y la única instructora de Cicerone (un programa internacional sobre entendimiento cervecero) en Latinoamérica. Si hay diez profesionales de este altísimo rango en el país, es mucho. Una de ellas es Sol. Días atrás participamos en una clase de degustación que brindó ella en Fernández Oro, donde charlamos sobre su trayectoria académica y laboral que bien puede ser inspiradora a más de un joven que hoy anda buscando su destino profesional.
Antes de la entrevista con Yo Como, el consejo que Sol le da a medio mundo: “¡Hay que servir la cerveza con espuma! Absolutamente. Dos dedos, por lo menos. La espuma protege a la cerveza del oxígeno y evita que se escape el dióxido de carbono. La espuma concentra aromas y habla, en muchos casos, de la calidad de la cerveza. Un vaso sin espuma ni siquiera tiene aspecto de cerveza…”.
P – ¿ Cómo ha sido el recorrido académico desde aquella carrera de bioquímica que elegiste en un inicio a tu situación actual ?
R – Mi primera carrera fue Biología para luego pasarme a Bioquímica. Siempre me fascinaron las ciencias exactas y naturales, específicamente microbiología. En un momento dado me pareció más interesante cómo la microbiología y la bioquímica se aplicaban a los alimentos. Mi carrera final fue Licenciatura en Tecnología Industrial de Alimentos. Con esta fascinación por la microbiología aplicada a alimentos entré a trabajar en la fábrica de cerveza más grande del país. Mi rol ahí era coordinadora del panel sensorial. Sin tomar cerveza para ese entonces, empecé a entender la complejidad y a enamorarme del proceso de elaboración. En la elaboración de cerveza hay un sinfín de procesos biológicos. Y se sumaba un nuevo amor: el análisis sensorial.
¿Qué cervezas recomiendo? Para una cita, Belgian Tripel. Para una fiesta, Session Ipa. Y si vamos a hacer un picnic, Scottish Ale o German Pils.
Sol Cravello
Luego de más de dos años en ese puesto, quise salir de la fábrica y empezar a contar lo maravilloso que era este mundo. Ahí hice mi primer curso de Sommelier de Cerveza. Al año siguiente ya tenía dos certificaciones de Cicerone (Certificadora internacional). Con el tiempo también me convertí en jueza internacional de cerveza y realicé otro curso de sommelier de cerveza de la Escuela Alemana “Doemens Akademie”. Constantemente me sigo perfeccionado y este año planeo nuevas certificaciones.
P – ¿Qué implica ser hoy sommelir de cervezas?
R- La base bioquímica me dio muchas herramientas. La elaboración de cerveza es un conjunto de procesos bioquímicos complejos (malteo, maceración, fermentación). Poder entender esto en profundidad también me permite ser más clara cuando debo “traducirlo” a un consumidor. La ciencia de los sabores y el análisis sensorial también tiene sus bases en la química y poder comprenderlo bien pienso que es una ventaja para mí. Un sommelier de cerveza tiene que tener estas cualidades: poder educar a un consumidor despertando esa fascinación y pasión por el conocimiento cervecero.
P – Educación & birra ¿cómo se llevan?
R – Educar sobre cerveza es, muchas veces, sorprender al consumidor con un nuevo mundo de la bebida que tal vez toman semanalmente pero de la que no nunca se detienen a evaluar. Quiero que cada persona que pasa por mis capacitaciones se pida una cerveza y se dedique a evaluar el color, la espuma, los aromas. Que aprecie el trabajo detrás de cada pinta. También, idealmente, que el bar sirva esa cerveza con dedicación y esmero en vasos limpios y con buena corona de espuma.
P – Si alguien hoy quiere estudiar para sommelier de cervezas, ¿qué sugerencia le darías?
R – Mi consejo es que vayan a charlas, a catas guiadas. Que conozcan cervecerías, que sean curiosos. Hay cursos online, hay algunas clases presenciales.
En un tramo de la entrevista Sol comenta que “no creo que seamos más de 10 sommeliers mujeres en argentina. El sommelier de cerveza no tiene trabajo en un restaurant. Son casi nulos los restaurants que consideran importante tener una carta de cervezas. Un sommelier de cervezas actualmente se está volcando más hacia la educación. Es tan virgen el terreno aún, que lo primero que debemos hacer es ofrecer degustaciones, que la gente empiece a saber mínimamente qué aporta cada ingrediente de cerveza a nivel sensorial.tenemos mucho trabajo por delante”.
P – ¿Existe una cultura cervecera argentina?
R – Sí, existe. Y está creciendo. Se ve en las góndolas y en la proliferada apertura de bares cerveceros que la gente está eligiendo un poco más a conciencia a la hora de tomar cerveza. Hay gustos para todos, ocasiones diferentes de consumo. Solo debemos explorar más en maridaje.
En otras entrevista con la prensa, Sol ha dicho:
«Comúnmente usamos “Estilos de cerveza” para clasificarlas. Ejemplo: IPA, APA, Porter, Hefeweizen, German Pils, etc. Son más de 100 estilos. Dentro de estos estilos vamos a tener diferentes colores, amargos, graduaciones alcohólicas, cuerpo, sabores, aromas. Es normal que la gente asocie una “rubia” con una cerveza ligera, de bajo amargo y fácil de tomar, pero podés encontrarte con una “rubia” que tiene 8% de alcohol y 80 IBU, que sigue siendo de maltas claras. Por eso promuevo mucho más llamarle “Blonde Ale” o “Doble IPA” respectivamente, a esas “rubias” y no sólo clasificarlas por color. Este es el camino más largo, que la gente hable de estilos y no sólo colores. Por suerte las cervecerías tienen pizarras con suficiente información».
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