Un diseñador ofreció fabricar camillas para el hospital de Bariloche
Matías Boock tiene su taller cerrado por el aislamiento obligatorio y pensó en ayudar al sistema de salud ante la emergencia del coronavirus.
En tiempos de emergencia sanitaria, restricciones y cuarentena, los ofrecimientos de ayuda no faltan. Un diseñador industrial de Bariloche ofreció la construcción de camillas para el hospital Ramón Carrillo y otros centros de salud de la ciudad.
“Tantas horas en casa me puse a pensar cómo podía ayudar desde mi profesión, el diseño industrial que nada tiene que ver con la salud”, reconoció Matías Boock.
Cuando desembarcó en Bariloche cinco años atrás, este joven puso en marcha un emprendimiento de diseño y construcción de estructuras metálicas, junto a su padre. Hoy, el taller ubicado en el barrio San Francisco III está cerrado a la espera de que la cuarentena llegue a su fin.
“Pensamos mucho cómo podemos ayudar y nos detuvimos en las noticias y videos de Italia y España. Es desesperante ver el colapso de los hospitales. Tienen a la gente sentada o en el piso. Se satura el sistema”, explicó Boock.
En ese momento, surgió la idea de construir camillas simples y económicas para los centros asistenciales de Bariloche ante una posible emergencia. “Se trata de estar preparados por si esto llega. Ojalá que no. Pero sabemos que en la ciudad hay pocas camas. Solo pedimos que los corralones nos puedan aportar el material para fabricarlas”, indicó el diseñador que además es profesor en la escuela técnica Los Andes.
Boock comentó la idea entre profesores y directivos del colegio que también ofrecieron colaboración para construir las camillas.
Tiempo atrás, este egresado de la Universidad de Buenos Aires desarrolló este tipo de estructuras para un kinesiólogo de Bariloche. Partió de las mismas dimensiones para este nuevo proyecto solidario.
Los componentes requeridos son hierro estructural y melanina (no es lo más recomendable, reconoció el diseñador industrial, “pero es económica y permite limpiarla y desinfectarla”). “Dentro de lo que podría hacerse ante una emergencia, advirtió, sería una camilla económica”.
La idea de Boock llegó a las autoridades del hospital Ramón Carrillo que agradecieron la propuesta. “El director se lo reenvió a una persona encargada de canalizar todas las sugerencias. Recién me avisaron que la enviaron a dos corralones”, aseguró Boock.
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